Viernes - UN CORAZON QUE DA: TIEMPO, TALENTO Y TESORO


UN CORAZON QUE DA: TIEMPO, TALENTO Y TESORO

Mechelle Holbrook

Escritura de Hoy: “Cada uno llevará ofrendas, según lo haya bendecido el Señor tu Dios.” Deuteronomio 16:17, NVI

Tema: Da generosamente lo que tienes y no te preocupes por lo que no tienes.

DAR LO QUE TIENES, NO LO QUE NO TIENES

A veces vemos lo que otros dan, su dinero, habilidades o tiempo, y sentimos que lo que tenemos no es suficiente. Sin embargo, Dios nunca nos pide que demos lo que no tenemos. Simplemente nos llama a ser fieles con lo que sí tenemos. En Deuteronomio, Dios le recuerda a Su pueblo que dé en proporción a cómo los ha bendecido. Esto significa que la forma de dar es diferente para cada persona, pero el corazón que la impulsa siempre debe ser el mismo: generoso y dispuesto.

Dar no se trata solo de dinero; se trata de ofrecerle a Dios cada aspecto de nuestra vida: nuestro tiempo, talentos y tesoros. Cuando extendemos las manos con generosidad, descubrimos que Dios no mide la generosidad de la misma manera que nosotros.

APRENDER A DAR DE CORAZÓN

Cuando mi esposo y yo aceptamos a Cristo, nos llenamos de emoción y, sinceramente, también de un poco de temor. Nos dimos cuenta de que había muchas áreas a las que debíamos entregarnos, y dar era una de ellas. Recuerdo haberle preguntado a una compañera de trabajo Cristiana si realmente debíamos diezmar. Amablemente nos explicó que sí y nos animó a empezar poco a poco. En aquel entonces, no habíamos tomado las mejores decisiones financieras y no teníamos mucho margen. ¡Para qué engañarnos, no teníamos ningún margen!

Pero el Espíritu Santo seguía impulsándonos. Decidimos dar un paso de fe y empezar a dar, aunque fuera poco. Un año, ¡damos nuestra devolución de impuestos (cuando todavía se hacía)! Finalmente, nos comprometimos a diezmar el 10% de nuestros ingresos, y ese simple acto de obediencia nos enseñó algo más profundo: todo lo que tenemos pertenece a Dios. Él es quien nos da el trabajo, la capacidad de trabajar, el transporte para llegar y la sabiduría para hacerlo bien.

Esa lección creció y comprendimos que dar también significaba ir más allá, ofreciendo nuestro tiempo para servir a los demás y nuestros talentos para edificar el reino de Dios. Frecuentemente, eso se manifestaba aquí mismo, colaborando con la iglesia The Cove. A veces, la generosidad se ve como escuchar a alguien que sufre, ser voluntario, ser mentor o simplemente estar presente cuando alguien necesita ánimo.

UNA VIDA DE GENEROSIDAD

Aun así, no siempre es fácil porque somos humanos, pero al mirar hacia atrás, podemos ver claramente cuán fiel ha sido Dios. Cada vez que nos hemos sentido impulsados ​​a dar y hemos actuado con obediencia, ya sea a una persona, a un ministerio o con nuestro tiempo— Dios siempre ha provisto.

La generosidad es, en realidad, una actitud del corazón. Se puede dar dinero sin amor, pero no se puede amar sin dar algo de uno mismo. Como la viuda que dio su última moneda (Marcos 12:41-44), Dios no se fija en la cantidad, sino en nuestra disposición. Y como el joven rico (Mateo 19:16-22), a veces nos aferramos a lo que creemos que es “nuestro”. Pero cuando abrimos nuestras manos, le damos espacio a Dios para que las llene de nuevo.

Quizás sientas que tu ofrenda —tu tiempo, tus habilidades o tus recursos económicos— no es mucho. Pero Dios se deleita en tu obediencia, no en tus comparaciones. Ya sea siendo voluntario en la iglesia, compartiendo tus dones con los demás o dando dinero, cada acto de generosidad dirige a otros hacia Jesús y les muestra el amor de Dios Padre. Tengo un par de amigos que han tenido una vida difícil, pero Dios los rescató. No tienen mucho dinero, pero ayudan a cualquiera, aman profundamente y dan generosamente su tiempo y talentos. Me han enseñado mucho. Quiero parecerme más a ellos, ser generoso incluso cuando no tengo posesiones materiales.

Hazlo Algo Personal: ¿Qué área te resulta más fácil para dar: ¿tu tiempo, tus talentos o tus recursos? ¿Cuál es la más difícil? ¿Cómo te ha bendecido Dios recientemente y cómo podrías devolverle el favor en proporción a esa bendición? Pídele a Dios que te muestre una manera de ser generoso esta semana, tal vez con tu atención, tus habilidades o tus finanzas.

Ora esta oración:
 “Dios Señor, todo lo que tengo Te pertenece: mi tiempo, mis habilidades y mis recursos. Ayúdame a dar de corazón, a ser fiel con lo que has puesto en mis manos y a confiarte el resto. Amén.”

Lee: Marcos 12:41-44, Mateo 19:16-22, 1 Juan 3:17

Versículo de Memorizar de la Semana: “Pero la piedad es una gran ganancia, cuando va acompañada de contentamiento.” 1 Timoteo 6:6, RVC