Viernes - LIDERAR DESDE LA DEBILIDAD


ESTA PARTE DE MI VIDA SE LLAMA... LIDERAR DESDE LA DEBILIDAD 

Micah Smith 

Escritura de Hoy: "Cada vez él me dijo: “Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad”. Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí.  Es por esto por lo que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte." 2 Corintios 12:9-10, NTV 

Tema: La verdadera fuerza del liderazgo proviene de reconocer nuestra debilidad y depender del poder de Dios, no de nuestra propia capacidad. 


LIDERAR SIN PLANO 


La mayoría de nosotros somos líderes en algún área de nuestras vidas. Tal vez sea en un trabajo donde guiamos a un equipo; tal vez sea en casa donde somos responsables de liderar una familia o nuestros hijos; Tal vez sea cuidar a un ser querido que ya no puede valerse por sí mismo; o tal vez sea entrenar a un equipo deportivo juvenil. No importa dónde estés liderando, esto es lo que la mayoría de la gente no te dice: el liderazgo puede ser increíblemente solitario. 


Como padre de dos hijas, no hay un plan para criar hijos seguros y equilibrados que puedan hacer del mundo un lugar mejor. Cada día intento guiar el rumbo, haciendo pequeños ajustes, con la esperanza de encaminarlos hacia el amor a Dios, a sí mismos y a los demás. ¿Pero, en serio? La mitad del tiempo no tengo ni idea de si lo estoy haciendo bien. 


Cuando mi hija de 9 años me pregunta algo que no sé cómo responder, o mi hija de 6 años tiene una crisis y nada funciona, recuerdo que no tengo ni tendré nunca todas las respuestas. Sin embargo, me buscan en busca de guía y sabiduría, incluso cuando siento que no estoy preparado, simplemente descubriéndolo a medida que avanzo. 


Esto es lo que lo hace más difícil: todavía estoy tratando de comprender mi propia vida: cómo acercarme a Dios, reflejar Su amor y manejar mis propias dudas. ¿Y se supone que debo enseñarles a dos pequeñas esponjas a afrontar los desafíos escolares y desarrollar una sana confianza en sí mismas? Estoy liderando desde el crecimiento continuo, no desde haberlo "logrado". 


CONFIANZA EN EL LLAMADO, NO EN LA CAPACIDAD 


En la película, “En Busca de la Felicidad, Chris Gardner proyecta constantemente fortaleza para su hijo, incluso mientras se siente completamente abrumado. Viene de un negocio fallido, se enfrenta a la falta de vivienda, compite por un trabajo entre veinte candidatos, y todo ello siendo la única fuente de estabilidad para su hijo. No lo tiene todo resuelto, pero aun así se presenta, porque su llamado como padre trasciende su capacidad actual como proveedor. 


Esta es la paradoja del liderazgo que Pablo describe en 2 Corintios. La fuerza de Dios no se revela a través de nuestra competencia, sino que se perfecciona en nuestra debilidad. El apóstol Pablo, quien fundó iglesias por todo el Imperio Romano, se jactaba de sus debilidades porque era ahí donde el poder de Cristo se manifestaba con mayor claridad. 


Les recuerdo de nuevo: el liderazgo puede ser increíblemente solitario. No siempre se sabe si se están tomando las decisiones correctas. Frecuentemente no se siente uno perfectamente preparado. Sin embargo, la humildad, la integridad y reconocer que no se puede, ni se tiene que, hacerlo todo solo te llevarán más lejos que fingir tener todas las respuestas. 


Hazlo Algo Personal: ¿En qué aspectos de tu vida estás liderando desde una posición de debilidad ahora mismo? Tal vez estás criando a un adolescente y no tienes ni idea de lo que haces. Tal vez estás cuidando a tus padres ancianos, averiguando sobre la marcha. Tal vez estás en un nuevo rol y te sientes abrumado. ¿Qué cambiaría si dejaras de intentar liderar desde la fuerza que no tienes y comenzaras a liderar desde la dependencia de la fuerza que Dios sí tiene? 


Ore: Dios Padre, gracias porque mi liderazgo no depende de mí perfección, sino de tu poder que obra a través de mi debilidad. Ayúdame a liderar con humildad, reconociendo lo que no sé y confiando en lo que Tú sí sabes. Dame sabiduría para las decisiones que debo tomar y paz ante los resultados que no puedo controlar. Cuando me sienta incapaz, recuérdame que me has elegido para esta etapa y esta responsabilidad. En el nombre de Jesús, amén. 


Lee: 1 Corintios 1:26-29, Salmo 121:1-2 


Versículo de Memorizar de la Semana: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.” Gálatas 6:9, NVI