ENTREGA DRAMÁTICA
Escritura de Hoy: “Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? , ¿Quién eres, Señor?, preguntó. Yo soy Jesús, a quien tú persigues, contestó la voz, Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer’”. Hechos 9:4-6, NVI
Tema: Entregarse a Dios permite que incluso las personas influyentes más equivocadas vean, crean y proclamen la verdad.
EQUIVOCADO
Jesús resucitado, que había ascendido al cielo, regresó para invitar personalmente a Saulo a ser su discípulo. No sólo lo invitó, sino que prácticamente lo capturó con una visión abrumadora y una sensación de asombro.
Este joven fue elegido para desempeñar un papel decisivo en la difusión del Evangelio, pero hasta ahora había rechazado los llamamientos de otros evangelistas para convertirse en seguidor de Jesús. Sabemos que escuchó el Evangelio de boca de Esteban mientras lo apedreaban. Jesús le señaló a Saulo lo difícil que era para él seguir diciendo "No" al don de la salvación. La negativa de Saúl a aceptar la Buena Nueva se basó en una creencia errónea y un pecado secreto.
AGITADO
Saúl creía que para ser aceptado por Dios y concedido la vida eterna, había que ser perfectamente justo. Creía que su obediencia a la Ley lo haría estar bien ante Dios. Se necesitaría la experiencia del Camino a Damasco (Hechos 9:1-19) y una conversación personal con Jesús para ayudarlo a ver que la santidad completa era una tarea imposible. La pregunta de Jesús: "¿Por qué me perseguís?" hizo que Saúl, normalmente seguro de sí mismo, se diera cuenta de que estaba en la misión equivocada. Su determinación de perseguir a los seguidores de Jesús estaba lastimando al mismo Señor Dios a quien Saúl pensaba que estaba defendiendo. Su decisión de renunciar a su confianza en su propia capacidad de ser justo le permitió estar bien con Jesús. Cuando abandonó todas sus creencias y prejuicios erróneos, obtuvo una relación con el Señor Resucitado. Se le dio una misión y un propósito que duraron toda la vida.
Hágalo Algo Personal: ¿Hay algo en tu vida que signifique más para ti que Cristo? ¿Renunciarás a tus intentos de justicia para seguir Sus planes? ¿Es su propósito y misión Su propósito para usted?
Ore: Padre Dios, gracias por salvar a todos los que están dispuestos a rendirse. Ayúdame a ver las formas en que mi propia imagen oscurece mi visión. No quiero seguir con escamas en los ojos. Quiero oír tu voz. Que cambie mi perspectiva para que, en última instancia, vea la verdad. Gracias por ser el Dios que trae claridad, no confusión. Ayúdame a rendirme. En el nombre de Jesús, amén.
Leer: Hechos 7:51-60; 26:1-23
Versículo De Memorizar de la Semana: “Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya”. Lucas 22:42 (NVI)