Miércoles - TRIGO Y MALAS HIERBAS


TRIGO Y MALAS HIERBAS

Bernadette Keene

Escritura de Hoy: “Tengámonos en cuenta unos a otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como es la costumbre de algunos, sino animémonos unos a otros; y con más razón ahora que vemos que aquel día se acerca.” Hebreos 10:24-25 RVC

Tema: “Deshierbar” y juzgar no es nuestro papel; nuestro trabajo es animarnos unos a otros y dar vida.

TRIGO EN FLORACION

¿Alguna vez has visto un campo de trigo en plena floración? Yo sí, y es un espectáculo tan hermoso de ver. Katerine Lee Bates, autora de America the Beautiful, quedó tan asombrada por los campos de trigo de Kansas City que se inspiró para escribir sobre ellos, comparándolos con “olas de color ámbar”.

Sin embargo, hay algo más hermoso en el trigo que los seguidores de Jesús no deben pasar por alto. Jesús se compara a Sí mismo con un grano de trigo en el evangelio de Juan, afirmando: “De cierto, de cierto les digo que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, se queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.” (Juan 12:24, RVC). Él usa esto como un ejemplo a seguir también para los creyentes. A medida que morimos a los caminos del mundo y nos volvemos más como Cristo, compartiendo el evangelio y viviendo los dos mandamientos más importantes; a “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente”. y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37b, 39b, NVI) brota trigo nuevo. Concéntrate en plantar esas buenas semillas y deja el deshierbar en manos de Dios.

Hay momentos en la vida en los que todos necesitamos estímulo. Uno de mis pasajes favoritos es Isaías 43:1-3. En este pasaje se nos recuerda que no debemos temer cuando atravesamos tiempos difíciles. Dios nos asegura que le pertenecemos y que mientras caminamos por las aguas profundas de la vida y los ríos de dificultad, Él está con nosotros y mantendrá nuestras cabezas sobre el agua. Los fuegos de la opresión no nos consumirán, porque él es el Señor nuestro Dios. Al experimentar la verdad de la palabra de Dios en nuestras propias vidas durante tiempos difíciles, podemos animar a otros a confiar en Dios para sostenerlos cuando experimenten dificultades.

Hazlo Algo Personal: Recuerdo un momento de mi vida en el que estaba navegando en aguas profundas. Estaba experimentando tres acontecimientos importantes en mi vida y estaba luchando y orando para superarlos. A veces sentía como si me ahogara en la tristeza mientras le abría mi corazón a Dios y sentía que Él no me escuchaba o no le importaba. Una tarde estaba caminando por la playa orando y grité al cielo: “¡Sólo quiero encontrar una concha grande y bonita!” Cuando miré hacia abajo, justo frente a mí había una gran concha... Dios me escuchó y colocó una concha a mis pies para recordarme que Él no me había olvidado. Quiero animarte hoy a seguir orando porque Dios sí te escucha y, mientras Él te anima, sal y anima a otros.

Ore: Señor Dios, ayúdanos a recordar la gracia, la misericordia y el amor que nos has mostrado mientras obramos por nuestra salvación. Todos estamos cortos de Ti, así que ayúdanos a extender ese mismo amor y gracia a otros cuando lo necesiten. Ayúdanos a animar a otros de la misma manera que Tú nos animas. Amén.

Leer: I Samuel 16:7, Juan 12:24-26, Mateo 22:36-40, Filipenses 2:4

Versículo de Memorizar de la Semana: “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.” Juan 15:5, NVI