RENDICION
Wayne Wilson
Escritura de Hoy: “No juzguen, y no serán juzgados. No condenen, y no serán condenados. Perdonen, y serán perdonados”. Lucas 6:37, RVC
Tema: Perdonar
Las relaciones realmente no pueden durar sin ello. Eventualmente todos lo necesitarán para mantener una relación con alguien: el perdón. Pops (interpretado por Nick Nolte en “The Warrior”) llega a la casa de su hijo menor buscándolo. Quiere una relación con sus hijos. Tommy (su hijo mayor) volvió, no por una relación sino por su ayuda. Aunque ha estado sobrio durante años, sus hijos no están listos para perdonar. Brendan dice que perdona, pero no confía en que Pops esté cerca de su familia. Hay algunas dudas (en la mente de Pops) si esto es un perdón real.
Brendan y Tommy se aferran al dolor, la decepción y la ira por las elecciones que tuvieron que hacer cuando eran niños de quedarse con Pops o irse con su madre. Eligieron caminos diferentes. En la playa antes de que comience el torneo de MMA (Artes Marciales Mixtas), discuten sobre quién le debe la disculpa a quién. Tommy se siente abandonado por Brendan por no irse con él y su madre; Brendan se siente traicionado y abandonado por Tommy y su madre por dejarlo con Pops. Nuevamente Brendan dice las palabras "Te perdono" en la playa, pero no está completo. No encuentra el perdón completo en su corazón hasta la pelea final en la jaula del torneo con Tommy. Cuando dice las palabras “Te amo” en las escenas finales, lo ha encontrado. Hay sanación.
PERDONAR ES CONDICIONAL
Cuando los discípulos de Jesús le piden que les enseñe a orar como Él ora, Él les da una fórmula o un guion. Dentro de este modelo de oración está este componente esencial del perdón: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores” (Mateo 6:12, NVI). Es una realidad que no se puede tener uno sin el otro. No puede ser el destinatario del perdón si no puede o no quiere darlo. Estoy convencido de que se trata de una condición del corazón o emocional. Si no puede o no quiere dar, su corazón está cerrado y no puede recibir el regalo de que sus deudas sean perdonadas.
El discípulo Lucas también cita a Jesús diciendo: “No juzguen, y no serán juzgados. No condenen, y no serán condenados. Perdonen, y serán perdonados. Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos.” (Lucas 6:37-38, RVC). Parece que hay un principio trabajando aquí. Es una ley de reciprocidad. Lo que se regresa es lo que usted da. Usted establece las condiciones por lo que ofrece a los demás, no por lo que obtiene primero de los demás.
En las relaciones, hay un principio de "tú vas primero". Es una poderosa escena final en "The Warrior" y bastante descriptiva de este principio. Brendan tiene a Tommy en un apretón capaz de romper huesos, pero en lugar de hacerle daño, repite en voz baja: “Te amo. Te amo." Finalmente, Tommy "hace rendición" y recibe el perdón.
Hágalo Algo Personal: Sabe que puede sentirlo. Esa falta de voluntad tacaña para soltar. ¡La ira santurrona que necesita ser validada, para estar en lo cierto! ¡El poder del derecho a ser aferrado al dolor porque usted fue el agraviado! Es difícil rendirse, ¿no? Ese acto de voluntad, sin embargo, es el significado de “perdonar”. Renunciar o entregar lo que legítimamente se le debe. Puede dejarlo ir. Dios es como Brendan en la escena final de la película, The Warrior que le dice: “Te amo. Te amo. Te amo." Es elección suya... ¡hacer rendición!
Ore: Estoy haciendo rendimiento, Dios Papá. Yo también Te amo. Gracias por perdonarme y por venir a buscarme. Lo has sacrificado todo para rescatarme de mí mismo. Estoy listo para volver a casa. Sostén mi cuerpo y alma maltratados y golpeados como lo hizo Brendan con Tommy cuando salieron de la arena en la película. Gracias. En el Nombre de Tu Hijo. Amén.
Leer: Mateo 6:14; Marcos 4:24; Romanos 14:13
Versículo de Memorizar de la Semana: “¡Que el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo!” Romanos 15:13, RVC