¿QUIÉN ESCUCHA NUESTROS LLANTOS? DIOS LOS ESCUCHA.
Christina Andrews
Escritura de Hoy: “Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde el vientre del pez.” Jonás 2:1, NVI
Tema: ¡Puedo orar y buscar a Dios, incluso cuando estoy en medio de un lío “imposible” que yo causé!
¿JONÁS Y YO? NO SOMOS TAN DIFERENTES.
La vida nos lanza cosas inesperadas. Deseamos que la vida sea simple o simplemente fácil. ¿No sería tan agradable, tan pacífico y reconfortante que nunca nada saliera mal en nuestras vidas?
Cuando Jonás estaba en el vientre del pez, me pregunto si alguna vez el deseó que la vida fuera simple y fácil. Creo que él deseaba algo como esto. Jonás estaba en el vientre de un pez. Estaba en medio de una experiencia dura y problemática. Estaba atrapado y necesitaba ayuda. Sin embargo, Jonás no fue la única persona que experimentó algo así... también nosotros nos quedamos atrapados. Tenemos experiencias problemáticas y, a veces, solo necesitamos ayuda.
¿A QUIÉN LLAMAMOS?
Cuando Jonás estaba en el vientre del pez, estaba atrapado en una situación realmente difícil. ¿Qué hizo Jonás? Jonás oró. Jonás sabía quién podía ayudarlo y, al menos, Jonás confiaba en que Dios escucharía su clamor. Jonás le dijo a Dios: “Me está pasando algo malo y sé por qué, pero estoy sufriendo y me pregunto si todavía me estás escuchando”. Jonás se sentía solo y no podía entender lo que le estaba pasando.
Jonás se acercó a Dios en su angustia y le dijo a Dios cómo se sentía, pero también reconoció a Dios por haberle sido fiel en el pasado. Estaba trabajando a través de sus emociones y volviendo su corazón a Dios a través de la oración. Cuando su corazón cambió, se inspiró para dar gracias a Dios y entregar sus circunstancias a Dios. También se comprometió a completar (pagar) lo que había prometido; ¡esto puede verse como una señal de su arrepentimiento y voluntad de obedecer!
Hágalo Algo Personal: En la vida, vamos a experimentar muchas situaciones difíciles. Vamos a enfrentar tiempos difíciles, pero al igual que Jonás, podemos clamar a Dios y rendirnos ante Él en cada experiencia difícil. Podemos hacer eso porque podemos confiar en que Dios “nos ayudara” y ha prometido cuidarnos. Confiamos en que Dios puede salvarnos de los problemas, incluso si son los problemas que causamos. Al igual que Jonás, quien, atrapado en el vientre de una ballena, clamó a Dios y Él lo salvó, nosotros podemos clamar a Dios y Él nos salvará. ¿En qué área de su vida necesita usted reconocer su necesidad de la ayuda de Dios? Háblale; déjale saber su necesidad y su corazón.
Ore: Dios Padre, gracias por hoy. Gracias por ser confiable. Gracias por amarnos en cada circunstancia. Confesamos que no somos perfectos y que no podemos salvarnos a nosotros mismos. Sabemos que enfrentaremos cosas difíciles en la vida, pero sabemos que podemos confiar en Ti para que escuches nuestro clamor y nos salves. Gracias por preocuparte por nosotros, incluso cuando somos responsables de nuestro lio. Ayúdanos a confiar en Ti en todas las cosas y en todas las circunstancias. Gracias por ser tan amoroso y misericordioso con nosotros.
Leer: Jonás 2:1-10
Versículo de Memorizar de la Semana: “Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.” Mateo 5:45b (NVI)