MANUAL PARA EL ÉXITO
Brenda Lineberger
Escritura de Hoy: “Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza. No sean apáticos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas.” Hebreos 6:11-12, NVI
Tema: La diligencia, no la pereza, caracteriza a quienes, con paciencia y fidelidad, heredan las promesas.
UN NUEVO TRABAJO
Cuando empiezas un nuevo trabajo —un trabajo bien remunerado con muchos beneficios, bonos, oportunidades de ascenso, de crecer con la empresa y contribuir a su crecimiento— estás sumamente emocionado. Llevará tiempo, pero estás más que dispuesto y preparado para dar lo mejor de ti y no puedes esperar a empezar.
Te entregan un libro (¡un manual enorme!) y dentro encontrarás todo lo que necesitas para tener éxito. El libro puede resultar un poco intimidante, pero este trabajo te ayudará a brindarle una mejor vida a tu familia. Tendrás que cambiar algunas cosas, establecer prioridades, ajustar tus horarios y administrar tu tiempo. ¡Los hábitos tendrán que cambiar! Creo que ya te imaginas a dónde quiero llegar. El tiempo que pasamos con Dios tiene aún más beneficios y les dará a ti y a tu familia una vida mejor, eternamente.
HÁBITOS SANTOS
Cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador personal, creyendo que Él es el Hijo de Dios y que murió en la cruz, fue sepultado y resucitó al tercer día, somos sellados y nos convertimos en hijos de Dios. Ahora tenemos acceso al Padre y el Espíritu Santo viene a morar en nuestros corazones. Pronto descubriremos que el Espíritu Santo se convertirá en nuestro mejor amigo.
En comparación con el maravilloso trabajo mencionado anteriormente, los beneficios de conocer a Dios y crecer en nuestra relación con Él superan con creces el dinero o un ascenso laboral. Los beneficios que Dios ofrece son mejores, y recibiste un incentivo de Jesús desde el principio: ¡la salvación! Dios también tiene un Libro, un gran libro, un manual para la vida. Puede parecer abrumador al principio, pero recuerda el incentivo: esto es solo el comienzo. Tendrás que cambiar algunas cosas, establecer nuevas prioridades, reorganizar tus horarios, administrar tu tiempo y crear algunos hábitos espirituales. 2 Timoteo 3:16-17 (NVI) nos dice que “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.”
MADURA ESPIRITUAL
La Santa Palabra de Dios está llena del alimento que fortalece la fe y nos lleva de la infancia a la madurez en sabiduría, entendimiento y fe. No fue hasta que aprendí a pedirle al Señor Dios que me abriera los ojos y los oídos, y que me diera sabiduría y entendimiento al leer Su Palabra, que realmente comencé a crecer. (Y, por cierto, ¡aún sigo creciendo, y Él todavía me escucha!). Aprendo algo nuevo o recuerdo algo que necesito cada vez que leo la Biblia. Él nunca falla. Haz del hábito sagrado de estar en Su Palabra cada día. No solo es lo más gratificante que puedes hacer, sino que llegará un día en que te darás cuenta de que no puedes empezar el día de otra manera.
Hazlo Algo Personal: No te conformes con menos de lo que Dios tiene para ti. Él escribió este Libro usando como ejemplo a personas reales que se enfrentaron entonces exactamente a lo que nos enfrentamos ahora: una decisión, la necesidad de fe o esperanza, y cómo comprenderla y usarla. Leerás sobre sus pecados, fracasos, victorias y lo que les costó aprender a confiar en Él lo suficiente como para obedecerle. Leerás historias muy emocionantes de Moisés, David, Abraham, Daniel y muchos más que no se conformaron con menos. ¿Y tú? ¿Qué harás esta semana para dedicar tiempo a la Palabra de Dios y hacerla una prioridad en tu vida? ¿Pondrás en práctica los cinco hábitos que solemos comentar aquí en The Cove para ayudarte a crecer en tu caminar con Cristo? Asiste a un servicio semanal, sirve, participa en un Grupo de Vida, ten un tiempo de oración diario y practica la generosidad.
Ore: Dios Señor, te pido que nos des hambre y sed de Tu Palabra, sabiduría y discernimiento por medio del Espíritu Santo, comprensión de los mensajes que escuchamos en la iglesia y de los estudios que compartimos en grupo para que crezcamos en el conocimiento de Tu carácter perfecto, de Tu bondad y bendiciones. No quieres que nos conformemos con menos de lo que nos tienes preparado. Ayúdanos a crecer en la fe y a hablar de Ti a otros para que podamos contribuir al crecimiento de Tu Reino. En el nombre de Cristo Jesús. Amén.
Lectura: Efesios 4:14-15; Filipenses 3:12-21; 1 Corintios 14:20
Versículo de Memorizar de la Semana: “Tú dices: “Yo soy rico; he llegado a tener muchas riquezas. No carezco de nada.” Pero no sabes que eres un desventurado, un miserable, y que estás pobre, ciego y desnudo.” Apocalipsis 3:17, RVC