Miércoles - ÉL QUIERE A TODOS


ÉL QUIERE A TODOS

Sarah Sloan

Escritura de Hoy: “Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las otras noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se ha perdido? Si llega a encontrarla, de cierto les digo que se regocijará más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se perdieron.” Mateo 18:12-13, RVC

Tema: El Padre desea que cada uno de Sus hijos perdidos sea salvo.

EL CORAZÓN DE DIOS

El corazón de Dios nunca es indiferente hacia los perdidos. Si queremos tener un corazón como el Suyo, debemos amar lo que Él ama y odiar lo que Él odia. Y Dios ama al alma perdida; Anhela al hijo o hija pródigo. Jesús nos dice claramente que cuando un alma solitaria deambula, Dios no sacude la cabeza y dice: “Bueno, al menos tengo otras noventa y nueve”. No. Él va. Él busca. Él rescata. Y cuando encuentra a esa oveja perdida, se regocija.

LA PUERTA FUNCIONA EN AMBAS DIRECCIONES

Esta imagen se refleja en la película Jesus Revolution, cuando el pastor Chuck Smith se enfrenta a una decisión: o mantiene su iglesia cómoda para los pocos fieles o abre las puertas a una generación de personas que buscan y sufren. Muchos miembros de la iglesia se sintieron perturbados por la presencia de "hippies descalzos", pero el corazón de Chuck se volvió como el del Padre. Acogió a los forasteros, a los vagabundos, a aquellos a quienes la mayoría había dado por perdidos. Y cuando dijo "la puerta funciona en ambas direcciones", era más que un cliché: era un llamado a la gracia sobre la tradición, al amor sobre la comodidad.

Hazlo Algo Personal: ¿Es la decisión del pastor Chuck de acoger a los hippies una imagen del hijo pródigo y su hermano mayor? Sin duda. Y nos obliga a preguntarnos: ¿Quién sería yo en esta situación? ¿Soy un miembro de la iglesia aburrido, reacio a amar? ¿Soy el hijo pródigo o el hermano mayor amargado y resentido? ¿Puedo regocijarme de todo corazón cuando se encuentra a los perdidos, o me cuesta mostrar gracia a quienes creo que no la merecen? ¿Estoy dispuesto a dejar mi lugar entre los "noventa y nueve" para ir en busca de un alma perdida? ¿Hasta dónde estoy dispuesto a llegar por el alma perdida? ¿Me frenan la comodidad, la tradición, la amargura o el juicio? Ora y pídele a Dios que ablande tu corazón. Deja que te dé ojos para ver a las personas como Él las ve: amadas, dignas de ser buscadas y dignas de ser celebradas cuando regresan a casa.

Ore: Padre, gracias por buscarme. Regreso a Ti ahora. Gracias por regocijarte cuando regreso a Ti. Perdóname si he sido más como el hermano mayor: amargado, orgulloso y reacio a celebrar cuando extiendes esta misma gracia a otros. Haz mi corazón como el Tuyo y ayúdame a amar como Tú amas. Dame la valentía para dejar atrás a los 99, para acoger al forastero y para regocijarme profundamente cuando incluso un alma perdida regresa a casa. En el nombre de Cristo Jesús. Amén.

Leer: Lucas 15:11-32; Lucas 19:10; 1 Timoteo 2:3-6

Versículo de Memorizar de la Semana: “Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡estando a tu lado seré siempre dichoso.” Salmos 16:11, NVI