GOD HAS AND IS THE FINAL WORD DIOS TIENE Y ES LA PALABRA FINAL
Jenna Worsham
Escritura de Hoy: “Gracia y paz a ustedes de parte de aquel que es y que era y que ha de venir, y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono; también de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra.” Apocalipsis 1:4b-5a, NVI
Tema: Porque Dios tiene la Palabra final, no tenemos que vivir como si el mundo tuviera la última palabra.
GRACIA Y PAZ
Dependiendo de nuestras circunstancias actuales, puede ser difícil vivir en gracia y paz. Cuando el mundo parece desesperanzado, es fácil distraerse, angustiarse o incluso deprimirse. Sin embargo, nuestro Dios no se doblega ante las noticias del día. No se confunde con el liderazgo que nos puede desagradar, los grupos que nos hieren y nos molestan, ni con la incapacidad de otros para comprender. Dios no necesita que estemos de acuerdo en todo. Él no necesita que nos comportemos a la perfección todo el tiempo.
Dios ofrece gracia. Dios ofrece paz. Sin importar la situación en la que nos encontremos, Él es capaz de brindarnos ambas. Lo que Dios nos asigna es lo mismo sin importar nuestras circunstancias: debemos elegir vivir en gracia y paz. Él es, era y ha de venir, ocupando el pasado, el presente y el futuro simultáneamente. Jesucristo, el Hombre que también era Dios, es nuestro "testigo fiel" y el "primogénito de entre los muertos".
PRIMOGÉNITO DE ENTRE LOS MUERTOS
Suena como el comienzo de una historia de miedo. La verdad es que no lo sé, porque lo más aterrador que leo son los clásicos de Edgar Allan Poe y Ray Bradburry. El Apocalipsis nos recuerda que Jesús resucitó de entre los muertos, sí, pero también que su renacimiento de entre los muertos es el primero de Su tipo, pero no el último. Soy la primogénita de mi familia. Mi hermano es el segundo. Jesús es el primogénito de entre los muertos. Nosotros, los que lo seguimos, somos el segundo, el tercero y el trescientos treinta y tres. En lugar de una historia aterradora con zombis sueltos, el regreso de Jesús de entre los muertos es la garantía de que podemos creer la verdad sobre Su soberanía. Él ya tiene toda la autoridad y el poder sobre cualquier cosa que nos preocupe... ¡incluso la muerte! Cuando le confiamos nuestra paz, irradiando una calma sobrenatural ante cualquier tormenta, permitimos que el mundo ocupe el lugar que le corresponde, detrás y sujeto a Dios.
VIVIENDO COMO SI EL MUNDO TUVIERA LA ÚLTIMA PALABRA
Cuando leo más sobre eventos actuales que la Biblia...
Cuando mi primera inclinación me lleva a hablar mal en lugar de orar...
Cuando me niego a admitir que podría estar equivocado...
Cuando me obsesiono con los problemas políticos...
Cuando siembro miedo y repito mentiras...
Cuando no puedo acepto la paz porque todo a mi alrededor está demasiado roto...
Cuando olvido que la vida y la muerte son temporales y que Tú tienes poder sobre ambas...
El mundo está fuera de control, sí, pero “Tú has vencido al mundo” (Juan 16:33, NVI).
Hazlo Algo Personal: ¿Cómo te ha distraído el mundo y todos sus problemas? ¿Cómo puedes aceptar la gracia y la paz que Dios es plenamente capaz de brindar, sin importar las circunstancias? ¿Qué sugiere la frase "primogénito de entre los muertos" y cómo influye (o no) en tu opinión sobre la muerte?
Ore: Amado Dios, reconozco Tu soberanía y poder. No Te acobardas como nosotros. No Te preocupas por las preocupaciones de este mundo. Ya has visto el fin y el principio. Ayúdame a aceptar la gracia y la paz que eres plenamente capaz de brindar. En verdad, están disponibles de inmediato para mí. Gracias por enviar a Jesús como testigo fiel. Por favor, revélame los pasajes de las Escrituras que dan testimonio de mis miedos, vulnerabilidades y fracasos actuales. Me conoces mejor que yo mismo. Pido Tu guía, gracia y paz. En el nombre de Cristo Jesús, amén.
Lee: Juan 16:33, 14:27; 1 Juan 4:4; 2 Corintios 13:11
Versículo de Memorizar de la Semana: “El que da testimonio de estas cosas dice: “Ciertamente, vengo pronto.” Amén. ¡Ven, Señor Jesús! Que la gracia del Señor Jesucristo sea con todos. Amén.” Apocalipsis 22:20-21, RVC