DIOS CON NOSOTROS
Bernadette Keene
Escritura de Hoy: “Y mientras estaban allí se le cumplió el tiempo. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.” Lucas 2:6-7, NVI
Tema: Sin importar cómo sea tu celebración de Navidad, podemos alegrarnos porque Jesús ha vivido lo que nosotros vivimos. ¡Dios está con nosotros!
EL LUGAR
El lugar del nacimiento de Jesús ha sido un tema de discusión durante años. La mayoría de las personas están familiarizadas con la historia tradicional de Navidad sobre María y José y todos los eventos que los llevaron a Belén. Sin embargo, en realidad no estamos seguros del lugar exacto de Su nacimiento. El relato del viaje de María y José en Lucas 2:7 nos dice que no había lugar en la posada para ellos. La mayoría de las personas creen que la posada era un tipo de hotel u hostal, pero la palabra “posada” en griego es “kataluma”, que se traduce como “habitación de huéspedes”. Podría ser que Jesús nació en el nivel inferior de la casa en la que se suponía que iban a ser huéspedes. Esta área de la casa es donde los animales generalmente se refugiaban, lo que significa que habría comederos o pesebres cerca.
LA RAZÓN
Lo importante no es el lugar del nacimiento, sino que se cumplió la profecía de Miqueas 5:2, que dice que el Mesías nacería en Belén. El pesebre es un vistazo al corazón de Dios. Él tomó la decisión de experimentar la vida como lo hacemos nosotros, revelando Su deseo de que lo conozcamos íntimamente y que podamos relacionarnos con Él. Él eligió hacerse vulnerable por nosotros, dejando Su trono celestial y haciéndose humano. No eligió un palacio o una comunidad cerrada; no llegó como la élite real. Se humilló a Sí mismo, permitiendo el acceso a todo aquel que viniera. Se convirtió en uno de nosotros para estar con nosotros. Emmanuel: nos encuentra donde estamos. Español: https://youtu.be/ctZxLRpMqFE?si=GfVMuogQ3yEg522B
Hazlo Algo Personal: “Salvador Dulce y Gentil” ~ Por Bernadette Keene
Estrella en lo alto del cielo, ángeles alzan el vuelo
Guiando a los Reyes sabios hacia adelante, silenciosa noche santa.
Bebé envuelto en pañales, nacimiento raro y precioso
El amor descendió como sacrificio, redentor a la tierra.
Salvador dulce y gentil,
Estoy tan feliz de que hayas venido,
Desde el día que te conocí, la vida no ha sido la misma.
Mi pariente, mi protector,
Guardián de mi corazón
Tu amor descendió y me rescató, para nunca partir.
Ore: Dios Señor, mientras celebramos Tu nacimiento, te pido que recordemos que Tú siempre estás con nosotros. En esta temporada navideña y en cada temporada de la vida, Tú sigues siendo Emmanuel. Amén.
Leer: Mateo 1:23, Isaías 41:10, Salmo 139:1-6
Versículo de Memorizar de la Semana: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y contemplamos su gloria, la gloria que corresponde al Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:14, NVI