BUENAS NOTICIAS
Kyle Laws
Escritura de Hoy: “El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos.” Lucas 4:18, RVC
Tema: Los Evangelios revelan que Jesús comprende, sana y vence la raíz de nuestro quebrantamiento: el pecado.
ESPÍRITU DEL SEÑOR DIOS
Como seguidores de Cristo, siempre tenemos al Espíritu Santo dentro de nosotros, guiándonos, consolándonos y haciéndonos hablar. Frecuentemente, Su voz se ve ahogada por nuestras frustraciones, distracciones y pensamientos apresurados. Me recuerda una vez que caminaba descalzo por mi patio trasero, frustrado por algo. Mi hijo regresaba del trampolín, y un pensamiento dulce surgió en mi interior: "¡Ve a su encuentro, levántalo y hazlo girar!" Fue el Espíritu Santo ofreciéndome una invitación a la alegría y la conexión, pero me negué, aferrándome a mi estado de ánimo en lugar de rendirme a Su guía. El Espíritu Santo siempre habla, impulsándonos hacia el amor, pero podemos perderlo cuando dejamos que nuestras frustraciones nos dominen. Su presencia nunca nos abandona, ni siquiera en nuestra debilidad. Él espera pacientemente, listo para guiarnos de regreso a la alegría, el amor y la libertad de caminar con Él.
PROCLAMA LAS BUENAS NUEVAS
Ser ungido significa que estamos apartados y capacitados para el propósito específico de proclamar a Jesús, las Buenas Nuevas, a todo aquel que tenga oídos para oír. Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien predique?" (Romanos 10:14 NVI). No basta con creer en silencio. Debemos proclamar: "¡Jesús es Rey!". Somos llamados a compartir estas Buenas Nuevas en cada hogar, cada calle y cada lugar de trabajo. No se trata de ser elocuente ni de tener todas las respuestas, sino de estar disponible. Con demasiada frecuencia, guardamos silencio por temor al juicio o a decir algo incorrecto. Sin embargo, el Espíritu Santo nos dará la valentía, la compasión y las palabras que conmueven los corazones; solo tenemos que obedecer Su voz cuando lo escuchemos hablar.
LIBERTAD PARA LOS CAUTIVOS, CIEGOS Y OPRIMIDOS
Hay cautivos a nuestro alrededor. Algunos están atados por las adicciones, otros por la vergüenza o el miedo, y muchos por las cadenas pesadas del pecado. Algunos están espiritualmente ciegos, incapaces de ver la bondad de Dios ni la verdad de Su amor. Hay quienes están aplastados por el peso de la opresión, ya sea por la injusticia o por las artimañas del enemigo. Jesús es la respuesta a cada una de estas ataduras. “El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo con la fortaleza que Dios le proporciona. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Pedro 4:11, NVI). pídele al Espíritu Santo que guíe tus palabras y acciones, y obedece cuando Él te lo indique. No estamos llamados a encajar - estamos llamados a destacar, a ser luces en la oscuridad, a declarar con alegría y poder que la salvación no se encuentra en nadie más que en Cristo Jesús. ¡La eternidad de alguien puede depender de tu valentía hoy!
Hazlo Algo Personal: Piensa en tu propio ritmo diario: ¿con qué frecuencia te aquietas lo suficiente para escuchar al Espíritu Santo? Tal vez tú, como yo, sabes lo que es dejar que la frustración o la distracción ahoguen Su voz. Tómate unos minutos hoy para bajar el ritmo, apagar el ruido, dejar el teléfono a un lado y simplemente escuchar. Pídele que Te recuerde un pequeño paso de obediencia. Cuando nos aquietamos lo suficiente para escuchar Su voz, descubrimos que Él nos ha estado hablando todo el tiempo, guiándonos con ternura hacia la paz y el propósito.
Ore: Cristo Jesús, gracias por traer libertad a nuestras vidas. Gracias por abrirnos los ojos y liberarnos del peso del pecado. Llénanos de Tu Espíritu para que podamos proclamar Tus palabras con valentía y servir con Tu fuerza. Muéstranos a quienes sufren a nuestro alrededor y danos la valentía para guiarlos hacia Ti. Usa nuestras vidas como testimonio de Tu poder y amor, para que otros encuentren libertad en Ti. En el nombre de Cristo Jesús, amén.
Lectura: Lucas 4:14-30
Versículo de Memorizar de la Semana: “El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos.” Lucas 4:18, RVC