¿Y QUE TAL SI CREO QUE TENGO RAZÓN?
Jenna Worsham
Escritura de Hoy: “Y el hombre respondió: “La mujer que me disté por compañera fue quien me dio del árbol, y yo comí.” Entonces Dios el Señor le dijo a la mujer: “¿Qué es lo que has hecho?” Y la mujer dijo: “La serpiente me engañó, y yo comí.’” Genesis 3:12-13, RVC
Tema: Asuma su parte; no eche la culpa.
ASUMA SU PARTE
¿Sabe qué no son buenas noticias? Que en todo conflicto ambas partes tienen alguna responsabilidad. Para mí son malas noticias porque tengo dos adolescentes en casa. A veces, hay conflictos sobre las tareas del hogar, las tareas escolares, los horarios familiares o incluso la iglesia. Mi hija mayor se ha convertido en una cocinera bastante competente. Puede seguir una receta e incluso le gusta hacer pequeños cambios en platos familiares. ¡Por lo general, me encanta esto! Puede ser muy útil. Un Domingo por la tarde, yo estaba cansada después de ir a la iglesia y estaba preparando una sopa de tomate con una receta de Pinterest que he usado con frecuencia. Se perdió una hoja de laurel en la sopa y mi hija la estaba buscando diligentemente. Yo, que había tenido este problema antes, la aparté y comencé a hacer puré con el contenido de la olla. Pensé que mi manera era la correcta. Ella estaba herida. Yo estaba en un apuro. Ambas nos enojamos y eso casi desató la Tercera Guerra Mundial. ¿Sobre una hoja de laurel? La sopa sabía bien. Sin embargo, todos perdimos el apetito debido a la discusión. En realidad, se trataba de nuestro orgullo y de nuestra necesidad mutua de ser comprendidos y encontrados "en lo correcto".
JUEGO DE CULPAS
Frecuentemente, es cierto que las acciones de otra persona tienen un efecto en nuestra propia actitud. Sin embargo, podemos persistir en hacer lo correcto, incluso si la influencia de otra persona nos desequilibra. Dios siempre proporcionará una manera de escapar de la tentación de pecar si estamos dispuestos a aceptarla. Cuando no actuamos de maneras que sabemos que glorifican a Dios, no tenemos derecho a reclamar inocencia, dar explicaciones o evitar consecuencias. Lamentablemente, nuestras acciones tienen consecuencias. En la historia del pecado original, Eva tomó una decisión, Adán tomó una decisión y esas decisiones tuvieron consecuencias. Es posible que hayan pecado por escuchar a otra persona, pero cuando permitieron que un mentiroso los convenciera, ignoraron las instrucciones explícitas de Dios, punto. No hay manera de echarle la culpa a otra persona por desobediencia deliberada. Como padre, sé que esto es cierto. Un pecador honesto y arrepentido es fácil de aceptar. ¿Un creador de excusas moralista? No tanto.
YO SOY EL PROBLEMA; SOY YO
Taylor Swift, ¿alguien? (Antihéroe, Taylor Swift, 2022) Todos cometemos errores. Todos somos el problema. Como mínimo, yo soy parte del problema, si tan solo pudiera admitirlo. En lo que respecta a la hoja de laurel y la sopa, yo era el problema. Al tener mucha prisa y dejar de lado a mi chef en ciernes, causé división en la cena. Me disculpé por ser insensible, presionar, apresurarme y no tomar en consideración su opinión. En realidad, no importa lo que haga la otra persona (aunque ella también asumió su parte y hizo las cosas bien). Cuando reconocemos, honramos a Dios y podemos buscar el perdón. ¡Vaya, planeo hacerlo mejor la próxima vez!
Hágalo Algo Personal: Cuando cometo un error, ¿soy asumo mi parte o pongo excusas? ¿Cómo puedo elegir resistir la tentación de pecar cuando la influencia de otra persona me empuja en la dirección equivocada?
Ore: Dios, por favor muéstrame las formas en que he evitado asumir responsabilidades. Ayúdame a dar el primer paso y hacerlo bien lo antes posible. Ayúdame a amar mejor a otra persona (y a Ti) eligiendo enfrentar mis problemas y no culpar a nadie más por ellos. Gracias por estar conmigo y ayudarme cuando me siento atrapado. Amén.
Leer: Salmo 51:3-5; Génesis 4:6-10; Romanos 2:1
Versículo de Memorizar de la Semana: “Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros y se le darán estos nombres: Consejero Admirable, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” Isaías 9:6, NVI