Martes - PON UN PIE DELANTE DE OTRO


PON UN PIE DELANTE DE OTRO

Denise Linton

Escritura de Hoy: “Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará”. Juan 12:26, NVI 

Tema: Los pequeños cambios te ayudan a llegar a donde Dios te está llamando. Pon acciones en tu decisión y compromisos con Dios y camina en el poder del Espíritu.

LA IMPORTANCIA DE UN SIERVO


La Biblia tiene mucho que decir sobre estar dispuestos a servir porque el tema central de la Biblia es sobre el Siervo de todos, el Señor Jesucristo. “Porque ni siquiera el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”. (Marcos 10:45, RVC). Jesús nos está enseñando que, para seguirlo, debemos ser como Él y ser un siervo. Tomar tu cruz significa poner a los demás primero. Elegir decirme “no” a mí mismo y tomar mi cruz es un acto de amor. Cuando elijo hacerlo, me parezco más a Cristo. Significa llegar a personas que no son dignas de ser amadas y que tal vez nunca devuelvan el amor, porque eso es lo que hizo Jesús. Jesús se dijo "no" a sí mismo y "sí" a nosotros. Debido a que nos amaba tanto, no podía hacer nada menos que morir en la cruz.

CAMBIOS

Hace varios años, uno de los miembros de mi equipo sugirió en nuestra reunión que todos nos reuniéramos y sirviéramos la cena en el refugio para personas sin hogar una noche al mes. La mayoría de nosotros estábamos de acuerdo, pero había un miembro del equipo que no quería participar. Sin embargo, accedió a regañadientes a acompañarnos. La primera noche, se podía ver por su gestualidad que no quería estar allí, aunque todavía sirvió la cena y sonrió a medias. La segunda vez que servimos, entabló una conversación con un niño y comencé a ver una pequeña y genuina sonrisa. Con el paso del tiempo, vi un cambio en su comportamiento. Aprendió los nombres de las personas que asistían regularmente; empezó a esperar con gusto las noches que servíamos; incluso animó a un par de sus amigos a acompañarnos a servir. Aunque comenzó como algo que realmente no quería hacer, se convirtió en algo que le trajo alegría. Cuando nuestro equipo se dispersó y todos fuimos despedidos, encontró su vocación en trabajar con la población sin hogar.

¿ES USTED UN RÍO O UN PANTANO?

Convertirse en un siervo de Cristo, cuidar de los demás y cargar su cruz todos los días no es una tarea fácil. Se necesita poner un pie delante del otro, dar los pequeños pasos que lo llevarán a donde Dios lo está llamando. Muchas veces, nuestra vida se vuelve como un pantano, estancado y devorador de vidas. Un pantano recoge y retiene el agua que llega. Dios quiere que nuestras vidas sean como el arroyo de la montaña que lleva agua fresca y vivificante porque fluye continuamente hacia los demás. Incluso con buenas intenciones, podemos bloquear el flujo de la corriente al no cumplir con nuestras acciones y compromisos, ya sea por miedo o incluso pensando que estamos demasiado ocupados.

Hazlo Algo Personal: Identifica los obstáculos o dudas que te mantienen estancado y comienza a quitarlos lentamente, uno por uno. Di “sí” al Grupo de Vida que ha estado posponiendo. Di "sí" a unirte a ese equipo de servicio. Fíjate la meta de asistir o servir durante tres meses, aunque, si solo estás de acuerdo con regañadientes. Dios te llevará a donde te está llamando, pero debes levantarte y poner un pie delante del otro.

Ore: Dios Padre, quiero ser un siervo. Quiero seguir a Jesús y Su ejemplo. Ayúdame a dar los primeros pasos y a seguir poniendo un pie delante del otro. Ayúdame a derribar los obstáculos y las dudas que me mantienen estancado. Muéstrame esos obstáculos y dame la fuerza para superarlos. Gracias por Jesús, el Siervo supremo, quien tomó Su cruz y murió por mis pecados, para que yo pueda tener la eternidad Contigo. En el nombre de Cristo Jesús oro. Amén.

Leer: Marcos 10:45; Juan 7:38; 1 Pedro 4:10

Versículo de Memorizar de la Semana: “Quienes oprimen a los pobres insultan a su Creador, pero quienes los ayudan lo honran.” Proverbios 14:31, NTV