LLEVA CAUTIVO TODO PENSAMIENTO
Diana Ordonez
Escritura de Hoy: "Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que obedezca a Cristo." 2 Corintios 10:5, ESV
Tema: Para controlar mejor nuestros pensamientos, primero debemos examinarlos de cerca.
EXAMINAR TUS PENSAMIENTOS
Las investigaciones nos dicen que la persona promedio tiene alrededor de 60.000 pensamientos cada día. Lo que es aún más sorprendente es que el 75% de estos pensamientos son negativos y el 95% son repetitivos. Gran parte de nuestro pensamiento está influenciado por la parte de supervivencia de nuestro cerebro, que está diseñada para buscar amenazas, buscar aprobación y evitar la incomodidad. Este mecanismo incorporado puede llevarnos a pensar constantemente en formas que no están alineadas con la verdad de Dios, lo que produce sentimientos de miedo, inseguridad o desánimo.
He visto de primera mano cuán poderosos son nuestros pensamientos para moldear nuestras vidas. Los pensamientos influyen en cómo nos sentimos, lo que a su vez motiva nuestras acciones y, ultimadamente, determina nuestros resultados. Pero aquí está la parte que frecuentemente pasamos por alto: no tenemos que aceptar cada pensamiento que viene a la mente. Tenemos una opción. Cada vez que pensamos o creemos algo, podemos elegir aceptarlo o rechazarlo.
TOMAR CAUTIVOS LOS PENSAMIENTOS POR MEDIO DE EXAMINARLOS
Somos llamados a “tomar cautivo todo pensamiento para obedecer a Cristo”. Para hacer esto, debemos examinar nuestros pensamientos de cerca. ¿Qué hay detrás del pensamiento? ¿Se alinea con la verdad de Dios o tiene sus raíces en el miedo? Cuando notes un pensamiento, haz una pausa para preguntarte: “¿Cómo sé que esto es verdad?” y “¿Qué estoy sintiendo cuando pienso esto?”. Los pensamientos que están alineados con la verdad de Dios estarán arraigados en el amor, no en el miedo, y te acercarán a Su paz y propósito para tu vida.
Como seguidores de Jesús, somos llamados a destruir las mentiras y los argumentos que surgen contra el conocimiento de Dios. Esto requiere un compromiso de reconocer y rechazar los pensamientos que no son de Él. Cuando un pensamiento nos produce ansiedad, duda o desánimo, debemos detenernos, examinarlo y llevarlo a Cristo. El Espíritu Santo puede guiarnos en este proceso, ayudándonos a discernir qué pensamientos debemos aceptar y cuáles debemos dejar ir.
RENOVAR LA MENTE CON LAS ESCRITURAS
Es esencial sumergirnos en la Palabra de Dios. Controlamos nuestros pensamientos según lo que pongamos intencionalmente en ellos. Las Escrituras son una herramienta poderosa para renovar nuestra mente y alinear nuestro pensamiento con la verdad de Dios. Al estudiar las Escrituras, construimos una base que nos ayuda a discernir entre los pensamientos que nos acercan a Dios y los que nos alejan. Podemos pedirle orientación al Espíritu Santo, invitándolo a que nos revele cualquier pensamiento que no sirva al propósito de Dios para nuestras vidas.
Hazlo Algo Personal: ¿Hay pensamientos recurrentes que te hacen dudar, temer o sentirte indigno? Dedica tiempo a examinar estos pensamientos. Pregúntate qué hay detrás de ellos, si se alinean con la Palabra de Dios y si están arraigados en el amor. Si no es así, libéralos y reemplázalos con una verdad basada en las Escrituras. Recuerda: Tú tienes el poder de tomar cautivo cada pensamiento.
Ore: Señor Dios, ayúdame a reconocer los pensamientos que no provienen de Ti. Enséñame a examinar detenidamente mis pensamientos, a tomar cautivo cada pensamiento y a reemplazar las mentiras por Tus verdades. Dame la sabiduría para discernir y la fuerza para elegir pensamientos que Te honren. Gracias por guiarme y renovar mi mente cada día. Amén.
Leer: Salmo 139:23-24
Versículo de Memorizar de la Semana: “Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas.” 2 Corintios 10:4, NVI