LA VERDAD DE DIOS VS. LA MENTIRA DE SATANÁS
Susan Murray
Escritura de Hoy: “La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que preguntó a la mujer: —¿Conque Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?” Genesis 3:1, NTV
Tema: Nos vemos tentados a cuestionar los buenos planes de Dios. Esto nos lleva al pecado y a la muerte.
IMPOSTORES
Cuando yo era niña, había un programa de televisión popular llamado “Decir la Verdad”. Tres personas afirmaban tener la misma identidad, pero, por supuesto, dos eran impostores. Un panel de celebridades recibía detalles especiales sobre el invitado real y procedían a hacerles preguntas a cada una para determinar quién era la persona real. Los dos impostores respondían para engañar al panel y engañarlos para que se identificaran incorrectamente. Al final del programa, el presentador pedía a la persona real que se pusiera de pie, sorprendiendo al panel y al público sobre quién era la persona real y quiénes eran los impostores.
EL PELIGRO DE LA MENTIRA
Al leer Génesis 3:1-7, se pueden comprender todas las tácticas engañosas y astutas que la serpiente (que representa a Satanás - Apocalipsis 12:9) usa para tentar a Eva a desobedecer la única regla de Dios de "no hacer", dada a Adán en Génesis 2:16-17. Se les dijo que no comieran del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal o morirían.
Primero, Satanás siembra la duda sobre lo que Dios realmente dijo (3:1). Segundo, llama a Dios mentiroso (3:4), y finalmente, le dice a Eva que Dios le está ocultando algo bueno que debiera tener: ser su propio dios. En otras palabras, ella podría decidir qué es bueno y qué es malo por sí misma en lugar de vivir en la verdad y depender de su Creador, tal como fue creada para ser (3:6). Tomó, comió y le dio un poco a Adán.
INVOLUCRARSE CON LA MENTIRA
El primer error de Eva fue entablar una conversación con la serpiente (Santiago 4:7). El segundo fue desconocer u olvidar la Palabra de Dios (Salmos 119:11). El tercero fue usar su propio razonamiento limitado en lugar de confiar en el conocimiento completo de Dios. Ella veía el fruto como alimento. ¿Qué podía haber de malo en comer bien? La belleza del fruto le producía una sensación de deleite, aumentando su deseo de comer y saciarse. Y, finalmente, ¿quién no querría adquirir sabiduría? Sin duda, Dios se equivocó y no querría negarle cosas tan maravillosas a Eva. Ella y Adán, quien, por cierto, no logró guiar a su esposa, desobedecieron porque sus corazones deseaban algo más que a Dios mismo: la autosuficiencia independiente. La independencia de Dios, Creador y Sustentador trae la muerte a las criaturas que, en realidad, dependen de Él (Colosenses 1:17).
REDENCIÓN DE LA MENTIRA
Pero la muerte no tiene la última palabra. Dios tenía un plan para redimir a Su creación. Envió a Su hijo, Jesús, a hacer lo que nosotros, como humanos, jamás podríamos hacer. Vivió una vida perfecta de obediencia al plan, las leyes y la verdad de Dios. Resistió la tentación refutando cada mentira de Satanás con las Escrituras (Mateo 4:1-11). Su obediencia es ahora nuestra obediencia por fe (2 Corintios 5:21). Aunque Adán no obedeció a Dios en el jardín, trayendo la muerte, Jesús obedeció más tarde en otro jardín —el de Getsemaní— y se sometió al plan de Dios. Murió y resucitó para que ahora la muerte, aunque todavía presente en esta era, sea completamente derrotada en la era venidera. Esa es nuestra esperanza.
Hazlo Algo Personal: ¿Qué mentiras crees que te hacen dudar de la bondad de Dios? ¿Puedes reconocer al impostor, Satanás, ¿y sus mentiras? Jesús afirmó ser el pan (fuente) de vida, y algunos de Sus seguidores lo abandonaron porque no pudieron aceptar la verdad sobre El (Juan 6). Pedro no se fue, diciendo: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68 NVI). Mentiras del fruto prohibido o verdadero pan de vida: ¿en qué palabras creerás hoy?
Ore: Padre Dios, te alabo porque en Tu sabiduría trazaste un plan para redimirnos de la muerte eterna mediante la fe en Jesucristo. Por favor, muéstrame dónde estoy creyendo mentiras para que pueda vivir en la verdad y aceptar tu plan para mi vida. Amén.
Lee: Génesis 3:1-7; Santiago 4:7-10; Salmos 119:11; Isaías 5:20-21; Juan 14:6; Colosenses 1:15-17; 1 Corintios 5:21
Versículo de Memorizar de la Semana: “La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos seducen y nos arrastran. De esos deseos nacen los actos pecaminosos, y el pecado, cuando se deja crecer, da a luz la muerte.” Santiago 1:14-15, NTV