Martes - CONSTRUYENDO TORRES HACIA NINGUN LUGAR


CONSTRUYENDO TORRES HACIA NINGUN LUGAR

Mike Madding

Escritura de Hoy: “‘Será mejor que bajemos a confundir su idioma para que ya no se entiendan entre ellos mismos”. De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra; por lo tanto, dejaron de construir la ciudad.” Genesis 11:7-8  

Tema: Aunque el Señor Dios frustró los planes orgullosos y los convirtió en palabrería, Dios nos trajo sanidad cuando Jesús vino y nos dio Su Espíritu.

ALCANZANDO NUEVAS ALTURAS

El mensaje de esta semana se basó en este punto principal: el hombre siempre ha tratado de alcanzar nuevas alturas. En el caso de la Torre de Babel, literalmente lo intentaron. Querían llegar tan alto como Dios mismo. No ha cambiado mucho en 2023. No puede usted ir a ningún lado sin encontrarse con un libro, un gurú o una persona influyente que promete una manera de llevarlo a la cima o alcanzar un nivel divino. Desafortunadamente, no importa cuánto intentemos mejorar, hay un límite a lo alto que podemos llegar debido a nuestro estado caído. Por mucho que lo intentemos, nunca llegaremos a Dios.

Me encantan las imágenes aquí. Intentamos construir castillos en el cielo para llegar a Dios. Qué tonto es intentar construir una torre para llegar al cielo. Y qué maravilloso que Dios haya bajado para alcanzarnos. Eso es lo que celebramos en Navidad. Jesús vino a la tierra y tomó forma de ser humano. Jesús se hizo humano para llegar a mí.

MI PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN

Este es el desafío: piense por un momento en cómo podría construir su propia torre. Deje que eso se absorbe por un momento. Para decirlo de otra manera, ¿dónde estoy construyendo algo para lograr lo que sólo Dios puede hacer? ¿O dónde me estoy esforzando y trabajando para lograr algo que sólo puede lograrse mediante el poder de Dios obrando en mí?

Mi proyecto de construcción personal es la “Torre Eiffel de la Paz”. He intentado todo para llegar a ese lugar que las Escrituras describen como paz perfecta. “Tú guardas en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3, RVR 1977). Me concentro en Juan 14:27 (NVI) donde Jesús dijo: “La paz les dejo; mi paz les doy”. Tomo en serio la instrucción: “No se preocupen por nada” (Filipenses 4:6a, NVI). 

Como tengo algunos problemas de ansiedad, he buscado la paz durante mucho tiempo. Es importante para mí. Pero esta paz es muy difícil de alcanzar. Y me encuentro estudiando lo que todos los expertos tienen que decir al respecto. Y vaya, soy un gran investigador. Investigar y estudiar es lo que he hecho durante años como pastor. He leído todo tipo de artículos, estudios y libros. He utilizado varias aplicaciones para intentar encontrar este lugar de perfecta paz. Y, por supuesto, también he buscado en la Biblia. Hay mucha información excelente sobre cómo calmarse. La información está en todas partes. Pero el conocimiento no es suficiente. Ni siquiera el conocimiento bíblico por sí solo es suficiente.

Es muy fácil terminar haciendo exactamente lo que hicieron las personas que construyeron la Torre de Babel. La mayoría de las cosas que queremos que cambien en nuestras vidas son cuestiones extremadamente difíciles. Le arrojamos todo lo que podemos encontrar, y todavía estamos atrapados en lo mismo de siempre, sin cambios. Al igual que esa vieja torre, todo lo que obtiene por su esfuerzo es familiarizarse más con el asunto, del problema.

Aunque sé mucho sobre la ansiedad, el estrés y demás, no puedo superarlo por mí mismo. El Espíritu Santo tiene que estar enseñándome activamente. Al mismo tiempo Jesús compartió Su paz, dijo: “Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que he dicho.” ( Juan 14:26, NVI). Lo único que realmente ayuda es cuando estoy lo suficientemente quieto y en silencio para escuchar la suave y apacible voz del Espíritu Santo susurrar: "Mike". Cuando el Espíritu Santo puede romper con todas mis distracciones y esfuerzos por arreglarme y hablarme, el cambio comienza a ocurrir.

Hágalo Algo Personal: Tómese un momento de su tiempo y piense profundamente en esto. Pregúntele a Dios sobre ese área testaruda de su vida que necesita un cambio. La mía es la paz. ¿Qué es la suya? Ahora pregúntele a Dios qué hacer al respecto y cómo hacerlo. Luego desarrolle la práctica de quedarse lo suficientemente quieto y en silencio para escuchar la voz del Espíritu Santo cada día. Este es el camino hacia la sanación y la paz.

Ore: Señor Dios, gracias por enviar a Jesús y acercarte a mí. Admito que a veces intento construir torres hacia ninguna parte. Ayúdame a identificar mis propias áreas rebeldes y a buscar Tu voz para saber cuál es el próximo paso que dar. Gracias por Tu paz y Tu Espíritu que vive dentro de mí y me enseña. Quiero conocerte y escucharte. Ayúdame a estar en silencio y escuchar. En el nombre de Jesús oro. Amén.

Leer: Juan 14:25-27, 20:19-22; Filipenses 4:4-9; Zacarías 4:6

Versículo de Memorizar de la Semana: “No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu, dice el Señor de los Ejércitos.” Zacarias 4:6b, NVI