TRANSFORMA TU VIDA MEDIANTE LA RENOVACIÓN DE TU MENTE
Diana Ordonez
Escritura de Hoy: "... despójense de su vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; renuévense en el espíritu de su mente, y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad." Efesios 4:22-24, RVC
Tema: Debes agregar nuevos pensamientos piadosos para comenzar a eliminar los viejos pensamientos negativos.
EL HÁBITO DEL SABOTAJE PROPIO
Como coach de vida, cuando mis clientes luchan en sus carreras o vidas personales (se sienten estancados, agotados, sin confianza o claridad), frecuentemente se debe a su mentalidad. De la misma manera, muchas de nuestras luchas con el pecado tienen su raíz en patrones que hemos repetido una y otra vez. Los humanos somos seres de hábitos y nuestros cerebros están diseñados divinamente para priorizar la supervivencia. En la búsqueda de “seguridad”, nuestro cerebro gravita hacia lo que es familiar y cómodo, incluso si es destructivo en lugar de seguro. Nuestros hábitos de sabotaje propio y pensamientos contraproducentes se convierten en patrones arraigados, incluso cuando nos causan dolor repetidamente. Cuando comenzamos a ver esto, algunos pueden usar esta conciencia para avergonzarse a sí mismos, sintiéndose derrotados por “quedarse estancados”. Pero avergonzarnos a nosotros mismos solo refuerza los comportamientos que nos mantienen estancados: “La tristeza que proviene de Dios produce arrepentimiento para salvación, y de ésta no hay que arrepentirse, pero la tristeza que proviene del mundo produce muerte.” (2 Corintios 7:10). Afortunadamente, la gracia de Dios permite que cada momento sea una oportunidad para cambiar nuestras vidas y comenzar de nuevo.
LA PARADOJA DEL ELEFANTE ROSA
La “paradoja del elefante rosa” en psicología muestra que tratar de suprimir un pensamiento (como “no pienses en un elefante rosa”) frecuentemente lo hace más prominente. Cuanto más tratamos de evitar un pensamiento, más lo busca nuestro cerebro. Esto explica por qué los intentos de “dejar de pensar negativamente” o “dejar de pecar” suelen ser contraproducentes, reforzando los mismos patrones que estamos tratando de eliminar.
REEMPLAZA, NO SOLO ELIMINES
Simplemente “dejar” un viejo hábito o pensamiento no es efectivo porque deja un vacío en nuestro comportamiento que nuestro cerebro quiere llenar. Sin un reemplazo positivo, frecuentemente recaemos en nuestras viejas costumbres. Para superar verdaderamente los patrones de pensamiento negativos, debemos reemplazarlos con algo mejor. Como cristianos, estamos llamados a enfocarnos en “todo lo que es verdadero, honesto, justo y amable” (Filipenses 4:8). Cuando llenamos nuestra mente con estas verdades positivas, la Palabra de Dios se convierte en el sustituto de nuestros viejos pensamientos destructivos.
CAMBIANDO DE LO VIEJO A LO NUEVO
La Escritura de hoy nos anima a “despojarnos” de nuestro viejo yo y “dejar que el Espíritu renueve” nuestra mente. En lugar de obsesionarnos con lo que queremos evitar, podemos elegir activamente enfocarnos en la verdad, la esperanza y las virtudes de Dios. Cuando nos enfocamos en la fe, la gratitud y la compasión por los demás, creamos espacio para que la presencia de Dios nos transforme. Al elegir un comportamiento nuevo y saludable, permitimos que reemplace nuestros viejos patrones, evitando que nuestra mente vuelva al piloto automático.
DEJAR QUE LA GRACIA DE DIOS NOS GUÍE
Renovar nuestra mente requiere intencionalidad. Debemos confiar en la gracia de Dios para que nos guíe a medida que cambiamos de viejos hábitos pecaminosos a nuevas formas piadosas de pensar y vivir. Este no es un camino fácil, pero con la ayuda de Dios, podemos liberar nuestros pensamientos pasados y hacer espacio para una vida que se alinee con Su propósito.
Hazlo Algo Personal: ¿Hay pensamientos o hábitos pecaminosos con los que luchas dejar ir? Considera reemplazar estas mentiras con las verdades de Dios. ¿Qué pasajes de las Escrituras te recuerdan Sus promesas? Cuando los pensamientos negativos entren, haz una pausa, ora y vuelve a enfocarte en lo que es verdadero, hermoso y honorable.
Ore: Amado Señor Dios, ayúdame a liberar los pensamientos y las mentiras que me impiden vivir Tu propósito. Renueva mi mente con Tu verdad y reemplaza mis viejas costumbres con nuevos patrones arraigados en Tu amor y Tu gracia. Gracias por llamarme a ser más como Tú cada día. Amén.
Leer: Romanos 12:1-2
Versículo de Memorizar de la Semana: “Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas.” 2 Corintios 10:4, NVI