TESTARUDOS
Mechelle Holbrook
Escritura de Hoy: “Después el Señor dijo: ‘He visto lo terco y rebelde que es este pueblo.’” Éxodo 32:9, NTV
Tema: Desde la antigüedad hasta hoy, Dios reconoce a Su pueblo como “rebeldes”, tercos, orgullosos y difíciles; sin embargo, decide guiarnos y salvarnos de todos modos.
TESTARUDOS
Si conoces a mi familia, podrías decir que tenemos algunos perros testarudos. Pero la mayoría de la gente probablemente diría que nuestros animales son consentidos. Sin embargo, para esta devoción, nos referiremos a ellos como testarudos.
Realmente intentamos entrenarlos para que escuchen, pero cuando alguien viene de visita, arman un escándalo: ladran, saltan y, en general, se enfadan con cualquiera que entre por la puerta. ¿Y pasearlos con correa? Olvídalo. Una pequeña distracción y empiezan a tirar en todas direcciones como si fuera su primer paseo. Uno pensaría que aprenderían después de todas las visitas y paseos que hemos tenido en casa, pero no. Siguen repitiendo el mismo comportamiento, por mucho que intentemos corregirlos.
A veces es cómico. Otras veces es frustrante, muy frustrante. Sobre todo cuando visitamos a amistades que tienen un perro bien educado. Lo bueno, nuestros amigos nos quieren de todos modos y, con amabilidad, pasan por alto la terquedad y la rigidez de nuestros perros. Y, para ser justos, nuestros perros suelen calmarse después de unos minutos y volver a ser más o menos normales (¡al menos para nuestros estándares!).
PERSONAS TERCAS
Por muy graciosos, o incluso adorables, que puedan ser los perros tercos, las personas tercas son otra historia. ¿Qué significa ser terco? Significa ser terco, orgulloso y no estar dispuesto a cambiar. Esa definición puede traer a la mente muchos ejemplos: niños que no escuchan, compañeros de trabajo que ignoran las reglas, atletas que hacen trampa en los deportes… Y hoy, en nuestras Escrituras, recordamos a los israelitas.
Cada vez que leo el Nuevo Testamento, me pregunto cómo pudo Dios soportar la constante terquedad de los israelitas. Incluso después de liberarlos de la esclavitud y mostrarles milagro tras milagro, seguían volviendo a sus viejas costumbres. Mientras Moisés estaba en el monte recibiendo los Diez Mandamientos, ellos estaban abajo, fabricando un ídolo para adorar.
Siendo honesta, debo admitirlo, frecuentemente soy igual de terca. Al igual que los israelitas, me encuentro cayendo en viejos hábitos, olvidando lo que Dios ha hecho por mí e ignorando Su guía. Sin embargo, cuando decido seguir Sus caminos y buscarlo, encuentro gozo, bendición y libertad de las dolorosas consecuencias de seguir mi propio camino.
PERSONAS FLEXIBLES
Lo que más me impresiona es la paciencia de Dios. A lo largo de las Escrituras, este tipo de comportamiento testarudo se manifiesta una y otra vez. Y, sin embargo, nuestro Dios misericordioso también se hace presente. Él es amoroso y paciente, incluso ante nuestra rebelión. Sabiendo que no podíamos lograrlo solos, envió a Su Hijo. Así como mostró misericordia y gracia a los israelitas, continúa haciendo lo mismo por nosotros hoy.
Él promete guiarnos y dirigirnos en cada etapa de la vida. El Salmo 32:8-9 es un hermoso recordatorio de eso:
“Yo te voy a hacer que entiendas. Voy a enseñarte el camino que debes seguir, y no voy a quitarte los ojos de encima. No seas como los caballos ni como las mulas,
que no quieren obedecer, y que hay que sujetarlos con la brida y el freno, pues de lo contrario no se acercan a su amo.” (RVC)
Hazlo Algo Personal: No seamos como la mula terca ni como mis perros locos. Aprendamos a seguir a Dios con un corazón dispuesto, confiando en que Su camino siempre es mejor.
Ore: Dios, sabemos que no hay otra esperanza excepto Tú. Dios, muéstrame en qué áreas soy terco, testarudo u orgulloso, y trato de seguir mi propio camino. Ayúdame a comprender que eres amor y que deseas lo mejor para Tus hijos.
Lee: Éxodo 32:1-14
Versículo de Memorizar de la Semana: " Pero entonces, si a algunos no creyeron, ¿acaso su incredulidad anula la fidelidad de Dios?” Romanos 3:3, NVI