INCLUSO CUANDO NO TIENES GANAS DE HACERLO
Kimberly Lawrence
Escritura de Hoy: “Esposas, sométanse a sus esposos, como conviene en el Señor. Esposos, amen a sus esposas y no sean duros con ellas.” Colosenses 3:18-19, NVI
Tema: Ama y cede incluso cuando no tengas ganas de hacerlo.
COMPORTAMIENTO CONSISTENTE
No sé ustedes, pero en casa yo soy mi yo más auténtica. Es el lugar donde estoy más relajada, con las personas con las que me siento más cómoda. Me encantaría decir que esto significa que las personas más cercanas a mí también obtienen lo mejor de mí, pero, lamentablemente, a veces puede ser todo lo contrario. Obtienen el "yo" cansada, desagradable, frustrada e impaciente, mientras que amigos, conocidos y compañeros de trabajo obtienen el beneficio del "yo" amigable, servicial y alentadora. Aunque esto ciertamente no es intencional, tampoco es justo. Lo que debo trabajar y corregir es practicar el fruto del Espíritu fuera de mi hogar Y dentro de mi casa.
Una amiga me dijo una vez: "El hecho de que sea la verdad no significa que tengas que decirlo siempre". Creo que esa frase resume el secreto de un matrimonio largo y exitoso. Por favor, escúchame... No estoy hablando de reprimir todos tus sentimientos y nunca entablar un diálogo saludable con tu cónyuge. Me refiero a resistir el impulso de tener la última palabra e insistir en tener razón en todo. La intencionalidad es esencial cuando se trata de amar a las personas más cercanas a nosotros. Usar la medida del honor y el respeto en cada interacción con nuestros cónyuges nos ayuda no sólo a determinar qué decir sino también cómo decirlo.
PARA LAS DAMAS – AMOR Y CEDER
“Esposas, sométanse a sus esposos”. Esto no parece natural ni admirable en nuestra sociedad, ¿verdad? Si someterse se siente como un sacrificio, es porque a veces lo es. Cuando me someto a mi marido, no soy impotente en mi hogar. Más bien, le doy la confianza y el lugar de honor para guiar a nuestra familia en nuestro caminar cristiano. Me someto a mi esposo “por reverencia a Cristo” (Efesios 5:21, NVI). Si estás buscando que tu esposo lidere a tu familia, ¿le has dado la capacidad para poder hacerlo? ¿Lo alientas y apoyas en la forma que necesita, mental, física y espiritualmente? Someterte a tu esposo no significa abandonar tu voz; simplemente lo usas para construir en lugar de derribar.
PARA LOS CABALLEROS – CUIDA TU TONO
“Esposos, amen a sus esposas y no sean duros con ellas”. Yo paso gran parte de mi tiempo de trabajo con parejas. Siempre me resulta interesante cómo se hablan los cónyuges, especialmente en presencia de un completo desconocido. ¿Se dejan unos a otros terminar sus pensamientos? ¿Son condescendientes o desdeñosos? ¿Le pedirán su opinión o confirmarán su comprensión? Esposos, aborden las conversaciones con su esposa como su yo más paciente. Habla con respeto y con un tono que la honre. Resiste la impaciencia y la invalidación de sus sentimientos. Pon sus necesidades por encima de todas las demás y habla bien de ella, dentro y fuera de tu hogar.
NO QUIERO HACERLO
Hay muchas cosas que no me apetece hacer, pero son necesarias y conducen a un resultado favorable. No tengo ganas de hacer ejercicio, pagar mis impuestos, limpiar mi casa o, a veces, ir a trabajar. Pero hago estas cosas. Puede haber ocasiones en las que tu no “tengas ganas” de honrar a tu cónyuge o de hacer las cosas que él/ella quiere o necesita a expensas de sus propias prioridades. ¡HAZLO DE TODOS MODOS! La recompensa es una unificación en tu matrimonio y Dios bendecirá tu obediencia. A veces, quizás te preguntes si eres el único que invierte en tu relación.
HAZLO DE CUALQUIER FORMA y permite que Dios obre.
Hazlo Algo Personal: Reflexiona sobre dónde, en tu relación matrimonial, debes poner a tu cónyuge primero. Esto puede ser como una persona que toma decisiones en su hogar, una prioridad de su tiempo y atención, o con simple aprecio y devoción. Las Escrituras nos dicen que amemos como Cristo amó a la iglesia… y se entregó a sí mismo por ella. Por encima de todo, este ejemplo habla de sacrificio, respeto y prioridad.
Ora: Dios, gracias por la pareja perfecta que elegiste solo para mí. Ayúdame a ver las formas en que necesito ceder, sacrificarme o amar mejor, y en la forma que mi cónyuge necesita. Perdóname cuando me canso y no invierto tiempo y energía en esta bendición que Tú me has provisto. Concédeme paciencia y un deseo sincero de descubrir cómo mi esposo/esposa quiere ser amado, honrado y respetado. Amén.
Leer: Efesios 5:21-33; Mateo 19:4-6; Efesios 4:2-3; Romanos 12:10-12; Proverbios 3:3-4
Versículo de Memorizar de la Semana: “Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente. Recuerden que el Señor los recompensará con una herencia y que el Amo a quien sirven es Cristo” Colosenses 3:23-24,NTV