Lunes - HAY QUE RECONOCER QUE DIOS ESTÁ EN CONTROL (NO EL CÉSAR NI YO)


HAY QUE RECONOCER QUE DIOS ESTÁ EN CONTROL (NO EL CÉSAR NI YO)

Jenna Worsham

Escritura de Hoy: Del césar —respondieron. —Entonces —dijo Jesús—, denle al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.” Mateo 22:21, NVI

Tema: Es fácil confundirse sobre lo que debemos controlar y lo que no. De cualquier manera, Dios quiere que tratemos a nuestros líderes con respeto.

DEL CÉSAR

Jesús podría haber reclamado el derecho de controlar todo, pero no lo hizo. De hecho, en la interacción capturada por la Escritura de hoy, Jesús renuncia al control de Su derecho al ser gravado por la autoridad gobernante al decir: “denle al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.” Indicando que el dinero y el pago de algunas monedas a las autoridades en concepto de impuestos requeridos no era algo que Él tuviera que alterar o corregir. Jesús cedió la autoridad al César. Los eruditos debaten este versículo y sacan conclusiones diferentes de él. Es cierto que hubo líderes religiosos que intentaron atrapar a Jesús para que se incriminara a si mismo al hacer que se opusiera al gobierno. Y, sin embargo, Jesús no tenía miedo de enfadar a los líderes religiosos en otras situaciones. Creemos que todas las cosas creadas están bajo la autoridad de Dios, y, sin embargo, Dios permite una jerarquía temporal. Él permite decisiones con consecuencias temporales. En las cosas eternas, Él ordena la máxima autoridad.

LO QUE NECESITO CONTROLAR

Una de las cosas más difíciles de controlar es una que, sin duda, estoy llamada a controlar: a mí misma. El dominio propio se identifica en Gálatas 5:23 como uno de los frutos del Espíritu. Cuando estoy confundida sobre lo que necesito controlar, el yo es un buen y claro comienzo. Sin embargo, controlarme a mí misma frecuentemente está fuera de mi alcance. Esa es una de las razones por las que recurro a Dios en busca de ayuda. Estoy llamada al dominio propio, pero frecuentemente no lo ejerzo. Recordando que me he entregado a Dios, le pido que intervenga. Cuando me siento tentada a controlar a los demás, me ayuda recordar que estoy llamada primero al dominio propio. Centrarme en mis propias acciones ha demostrado ser útil para cambiar los resultados. Dios es fiel para ayudarme cuando mis esfuerzos se centran en controlar mis propias acciones. Él es fiel para responder a mis llamadas de ayuda.

LAS COSAS QUE SON DE DIOS

No es que Dios quiera que nos ocupemos de nuestros propios asuntos y mantengamos la cabeza gacha. En cambio, Él quiere que recordemos lo que es Suyo. Nuestros líderes están sujetos al control de Dios incluso cuando parece que no lo están. Cuando elegimos respetarlos y orar por ellos, no significa que automáticamente estemos de acuerdo con todas sus decisiones o aprobemos sus acciones. Ni siquiera significa que tengamos que votar por ellos. “Paguen a cada uno lo que corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor.” (Romanos 13:7, NVI). Todas las personas creadas a imagen de Dios merecen ser tratadas con dignidad. No nos corresponde deshumanizar a nadie, ni a un candidato, ni a una raza entera, ni a un inmigrante, ni a una persona rica ni a una persona pobre. Eso significa que tu trato con ambos candidatos, tu descripción de ellos, tu bondad hacia quienes los apoyan y tu lealtad a Dios antes que a ellos reflejará tu confianza en la autoridad suprema de Dios. La última palabra pertenece a Dios.

Hazlo Algo Personal: ¿Qué quieres controlar en esta temporada? ¿Cómo puede el control de nuestros propios impulsos honrar a Dios en esta temporada? ¿De qué manera tomar el asunto en nuestras propias manos indica una falta de fe en el poder de Dios? ¿Cómo puedes ofrecer respeto a alguien que no te gusta o con quien no estás de acuerdo?

Ore: Amado Dios, estoy tan agradecido de que tengas todo bajo Tu poder y control. Ayúdame a comportarme como si lo creyera. Ayúdame a concentrarme en el dominio propio y los demás frutos del Espíritu en lugar de tratar de influenciar y cambiar a los demás. Ayúdame a ver claramente a qué me estás llamando hoy. Ayúdame a permanecer enfocado en Tu verdad. En el nombre de Jesús, amén.

Leer: Gálatas 5:22-23; Proverbios 25:28; Romanos 13:1-7

Versículo de Memorizar de la Semana: “Den a todos el debido respeto: amen a los hermanos, teman a Dios, respeten al rey.” I Pedro 2:17, NVI