Lunes - DIAS LLUVIOSOS Y LUNES


DIAS LLUVIOSOS Y LUNES

Carey Madding

Escritura de Hoy: “{Elías}, caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto de retama y se sentó a su sombra con ganas de morirse. “¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados”.  1 Reyes 19:4b, NVI

Tema: Para afrontar los momentos difíciles de la vida, siéntese, piense un rato y clame auténticamente al Señor.

LA TRISTESA

¿Puede identificarse con Elías? Primero, tuvo un enfrentamiento con las fuerzas del mal. Luego, tuvo la asombrosa experiencia en la cima de una montaña (¡literalmente!) de ver a Dios obrar de manera milagrosa, derrotando a los profetas de Baal en una llama del fuego santo de Dios. El pueblo dedicado a Dios capturó a los sacerdotes de Baal y los mató. Finalmente, Elías ora por el fin de la sequía que había proclamado (1 Reyes 17:1) y la lluvia cayó.

Después del enfrentamiento en el Monte Carmelo, el rey Ajab informó todo esto a su esposa. Jezabel luego envió una amenaza a Elías: “¡Que los dioses me castiguen, y más aún, si mañana a esta misma hora no te he cortado la cabeza como lo hiciste tú con los profetas de Baal!” (1 Reyes 19:2b, NVI) 

Los dos versículos siguientes nos dicen que el “corrió para ponerse a salvo”. Luego se sentó debajo de un arbusto y “pidió morir, diciendo: “¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados”. (1 Reyes 19:3-4, NVI).

ALTIBAJOS

El día después de un fin de semana muy divertido, un gran éxito o una gran victoria es difícil. Estamos cansados y no hace falta mucho para perder el ritmo. “La fatiga nos vuelve a todos cobardes”, según Vince Lombardi. 

Los fracasos también pueden hacer esto. Piense en la última vez que trabajó duro en algo, pero no tuvo éxito. Cuando su proyecto se desmorona, a pesar de sus mejores esfuerzos, es frustrante por decir lo menos.

Cualquiera que sea la situación, ya sea victoria o derrota, los cambios de humor pueden ser puntos débiles de nuestra armadura. Podemos sentirnos orgullosos y olvidarnos de darle la gloria a Dios. Podemos sentirnos inútiles y ya no encontrar nuestro valor y propósito en Él. Pero Dios es fiel, firme y seguro. Puede depender de Él, sin importar lo que Le digan Sus emociones. 

Ah, ¿y Elías? Él era real con Dios. Él se quejó. “Y Elías respondió: “Es muy grande mi amor por ti, Señor, Dios de las ejércitos. Los israelitas se han olvidado de tu pacto, han destruido tus altares, han matado a tus profetas, ¡y sólo quedo yo! Pero me andan buscando para quitarme la vida'”.  (I Reyes 19: 10, RVC). La verdad del asunto es que quedaron “siete mil israelitas que nunca se arrodillaron ante Baal, ni jamás besaron su estatua.” (1 Reyes 19:18b, RVC) y Elías no estaba solo. No deje que sus sentimientos exageren la verdad. Aunque sus sentimientos sean válidos, la verdad espiritual se encuentra en Él.

Hágalo Algo Personal: Como seguidor de Jesús, pregúntese: “¿Qué puedo aprender de esta experiencia? ¿Tenía en mente la voluntad de Dios o la mía propia? ¿Mis sentimientos me dicen la verdad sobre esta situación? Quizás su contribución fue solo una parte del plan y se utilizó a alguien más para llevarlo al éxito. Quizás los errores que hicieron fracasar el proyecto no fueron suyos. Ahora debe dejarlo ir y seguir adelante. Gracias a Dios por conocer el panorama general; agradézcale por usarlo. Pídale que calme sus emociones, que le muestre su valor ante Sus ojos y que le dé una lección de humildad si es necesario. 

Ore: Dios Señor, quiero vivir mi vida en Tu presencia. Quiero que Tu verdad sea la guía para mis emociones. Muéstrame Tu plan y Tu amor. En Tu Nombre te ruego, amén.

Leer: 1 Reyes 18:17-19:4; Isaías 55:8-13; Romanos 12:2

Versículo de Memorizar de la Semana: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos”. Gálatas 6:9, NVI