Lunes - CUESTIONANDO A DIOS


CUESTIONANDO A DIOS

Denise Linton

Escritura de Hoy: “Pero tú, hombre, ¿quién eres para discutir con Dios? ¿Acaso el vaso de barro le dirá al que lo formó por qué lo hizo así?  ¿Qué, no tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro un vaso para honra y otro para deshonra?” Romanos 9:20-21, RVC

Tema: Mientras que Dios frecuentemente responde misericordiosamente a nuestras preguntas, ¿realmente esperamos que el Creador se explique ante nosotros?

LA GENTE MALA VA AL CIELO

El pensamiento humano popular es que hay un buen lugar al que van las personas buenas cuando mueren y un lugar malo al que van las personas malas. Esto implica que podemos ganarnos el camino al Cielo. Volviendo a lo que Pablo afirmó anteriormente en Romanos, no son las obras; es la gracia de Dios, Su misericordia y la sangre de Jesucristo. Todos somos malos, pero las Buenas Noticias es que aún tenemos la oportunidad de ir al cielo.

Una de las cosas más tristes que me toca escuchar es cuando alguien que no es cristiano profesante muere salvando la vida de otros. Es difícil aceptar que esta persona probablemente no heredará la vida eterna, a pesar de este acto desinteresado. Si bien esto es difícil de aceptar porque va en contra de lo que creemos que es correcto y justo, debemos considerar que nuestras preocupaciones pueden deberse a nuestra perspectiva limitada de Dios. Él es el alfarero, el creador de todas las cosas. “El Señor ha dicho: “Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni son sus caminos mis caminos.” (Isaías 55:8 RVC). ¿Cómo puede el molde cuestionar al moldeador y creador?

En Romanos 9, Pablo explica que, aunque Israel es la nación elegida de Dios, sabe que no heredarán la eternidad sin pasar por Jesucristo, incluso si siguen todas las leyes y son personas “buenas”. Las vasijas de barro más hermosas pueden ser inútiles (por grietas, agujeros o contaminación) en comparación con las vasijas que están maltratadas o deformadas, pero que aún sirven para un propósito. 

DESESPERACIÓN POR LA REDENCIÓN 

Mientras yo visitaba San Francisco y la infame prisión de Alcatraz, me encontré con un libro que despertó mi interés. Está escrito por un hombre llamado John Quillen, que estuvo preso en la prisión entre 1942 y 1952. Aunque el título principal, Alcatraz Desde Adentro, me llamó la atención, fue la letra pequeña del libro lo que realmente me atrajo: “La ascensión de un hombre de la desesperación a la redención”. Me pareció interesante que me encuentre leyendo la historia de este hombre al mismo tiempo que escribo devociones sobre Romanos 9. No creo en las coincidencias, sino en las designaciones y los tiempos de Dios.

Este hombre que participó en acciones deplorables que lo llevaron a su encarcelamiento en la prisión más restrictiva de nuestro país, aun así encontró su camino hacia Dios y el perdón. Así es como Dios trata a los prisioneros y pecadores. ¿Es eso justo de parte de Dios? Esto es muy parecido a la pregunta que Pablo imagina que sus lectores se están haciendo y que expresa en Romanos 9:20-21, donde compara a Dios con un alfarero. Hay otra escritura, Jeremías 18:4-6: “La vasija de barro que él hacía se deshizo en su mano, así que él volvió a hacer otra vasija, tal y como él quería hacerla. Entonces la palabra del Señor vino a mí, y me dijo:  “Casa de Israel, ¿acaso no puedo yo hacer con ustedes lo mismo que hace este alfarero? Ustedes, casa de Israel, son en mi mano como el barro en la mano del alfarero.” Dios tenía un propósito para la redención de John Quillen, a pesar de las malas acciones que vinieron antes.

Hazlo Algo Personal: ¿También te preguntas por qué Dios te creo “de esta manera”? ¿Te preguntas por qué permitió que te sucedieran cosas malas? Cuando luchamos con la autoridad de Dios, estamos en buena compañía. Dios misericordiosamente atiende nuestras preguntas y nos recuerda pacientemente nuestro lugar apropiado en el universo como lo hizo con Job. Job pasó por grandes pruebas y, sin embargo, no se le permitió permanecer en duda de la autoridad de Dios. “¿Dónde estabas tú cuando puse los cimientos de la tierra? Dímelo, ya que sabes tanto.” (Job 38:4, NTV). Puede que no siempre entendamos, pero servimos a un Dios que sí lo entiende y que es bueno.

Ore: Padre Dios, reconozco que Tú eres el alfarero y yo soy simplemente el barro. Gracias porque puedo saber que Tú eres bueno y ayúdame a apoyarme en esa verdad incluso cuando no entiendo. En Tu Nombre, Amén.

Leer: Romanos 9

Versículo de Memorizar de la Semana: “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.” Romanos 10:9, RVC