CUANDO LA VIDA TAL COMO LA CONOCEMOS SE DESMORONA
Susan Murray
Escritura de Hoy: “Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia y conoce a los que en él confían.” Nahum 1:7, NVI
Tema: Jesús es nuestra esperanza cuando experimentamos pérdidas en la vida.
QUIÉN SOY
Usualmente, la segunda pregunta al conocer a alguien nuevo es preguntar: "¿A qué te dedicas?" Nuestras actividades, tanto laborales como de placer, están fuertemente ligadas a nuestra identidad y propósito. Entonces, cuando perdemos algo, como lo hizo Sam (el uso de sus piernas), nuestro mundo puede salirse de control. En la película Penguin Bloom, Sam era físicamente activa: surfeaba, hacía senderismo, viajaba y jugaba con sus hijos. Era una gran madre y tenía una familia maravillosa. La vida era buena... hasta que dejó de serlo. Un accidente, que causó paraplejia, le robó muchas cosas que disfrutaba, causando angustia al verse limitada a una silla de ruedas.
SUFRIMIENTO
La pérdida causa sufrimiento, trayendo consigo una montaña rusa de emociones comprensibles: confusión, lastima de sí mismo, incredulidad, ira, depresión, impotencia o vergüenza. La vida puede sentirse oscura y fuera de control. Sam, que antes era una persona independiente, ya no lo es tanto y no le gusta necesitar ayuda. Sam parece intentar recuperar algo de control cerrando las cortinas para que coincidan con la oscuridad de su alma. ¿Sentía la luz como una mentira? Decidió tirar un jarro de miel, que se cae y se rompe, igual que le pasó a ella. Esta pequeña demostración de poder no ayudó. Rompe todos los marcos de fotos. ¿Fue demasiado doloroso el recordatorio de quién era antes del accidente? Podemos ver y sentir su sufrimiento.
Una sensación de maldición susurra en su mente. Quizás tú también creas que estás siendo castigado por algún pecado horrendo, pero la vida no siempre es tan lineal. Sí, el sufrimiento llegó al mundo a causa del pecado, así que, en el estado caído de la tierra, el sufrimiento y el dolor son inevitables, por mucho que intentemos escapar de ellos. Si vives lo suficiente, sufrirás pérdidas significativas. Lo más probable es que sientas muchas de las emociones que sintió Sam. Ser cristiano no es inmune a la pérdida y a las difíciles emociones que vienen con eso.
ESPERANZA
Después de un tiempo, Sam comenzó a aceptar su nueva realidad cuando dejó de preocuparse por sí misma y comenzó a cuidar de Penguin, una urraca australiana, que era más pequeña y estaba necesitada. Esto le dio un propósito y le abrió la puerta a la vida de nuevo, permitiéndole recibir ayuda y disfrutar de las cosas buenas que aún tenía en esta vida. Recuperó la esperanza de que la vida podía volver a ser buena, incluso con sus limitaciones.
ESPERANZA ETERNA
La esperanza no es tener una actitud optimista ante la pérdida ni citar con ligereza Romanos 8:28: “todas las cosas para el bien”. La esperanza lucha con Dios, negándose a ceder a la negación, el estoicismo o la amargura. Podemos lamentarnos sinceramente ante Dios, refugiándonos en Él al “no poner la vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven” (2 Corintios 4:18, NVI). Nuestra mirada está tan puesta en el mundo visible que Dios, en su infinita sabiduría, a veces permite que el sufrimiento nos llame la atención, para que busquemos lo invisible, que es mucho más valioso. Él usa la pérdida y el sufrimiento para acercarnos a Él. En Él está la Vida Verdadera, y en plenitud, aunque no sea como deseas. Sin embargo, es Su buen plan para tu bien eterno.
Hazlo Algo Personal: ¿Qué has perdido? ¿Cómo reaccionaste? Hoy, mira a Jesús y tráele todos tus sentimientos y preguntas. Él está lleno de misericordia y gracia, y luchará contigo para invitarte a Su consuelo. Quizás aún no hayas sufrido mucha pérdida, así que prepárate acercándote a Jesús en oración y alabanza ahora. Memoriza las Escrituras que el Espíritu Santo puede usar para guiarte hacia Él cuando llegue el sufrimiento. Con Él, tu futuro eterno "invisible" está asegurado en Su reino de amor y paz. Dedica tiempo a reflexionar sobre la vida eterna que Jesús te compró a través de Su pérdida y sufrimiento, porque se preocupa por ti. Encuentra gozo en Él y con Él, incluso en tu pérdida. Recuerda que cuando llegue la eternidad, toda pérdida se revertirá y serás completamente restaurado. ¡Eso sí que es esperanza!
Ore: Dios Padre bueno, la vida es demasiado dura y dolorosa. Ayúdame a verte y a acercarme a Ti, encontrando fuerzas para vivir cada día al instante. Amén.
Leer: Juan 14:1-3, 25-27; Job 13:15, 19:25; Salmos 23:4, 46:1
Versículo de Memorizar de la Semana: “Oh, pueblo, confía en él siempre, derrama ante él tu corazón, pues Dios es nuestro refugio.” Salmos 62:8, NVI