CONOCIMIENTO DEL PECADO
Richard Harris
Escritura de Hoy: “Así que todos los que han pecado sin haber tenido la ley, perecerán sin la ley, y todos los que han pecado bajo la ley, serán juzgados por la ley.” Romanos 2:12
Tema: La mortalidad se mide por las leyes que crean estructura y responsabilidad.
EL JUICIO VENDRÁ A TODOS
Existe una estructura moral dominante inherente a nuestro ser. Cuando Dios creó a Adán y a Eva, le dio a la humanidad una brújula moral que distingue inherentemente el bien del mal. La primera ley que les dio fue no comer del árbol del conocimiento. Sabemos cómo sucedió. Él nos hizo buenos, pero nos volvimos pecadores desde el principio de la creación. La autoridad moral superior de Dios nos dio la capacidad de tener una conciencia que da testimonio de Su propia existencia.
No podemos escondernos, en nuestra desnudez cargada de culpa, de la presencia de Dios y del juicio final. Sabemos que Su juicio vendrá a todos. Este juicio es mayor que la desobediencia a las 613 leyes del Antiguo Testamento. Es mayor que la ignorancia de la ley. Pablo, con la escritura de hoy, nivela el campo de juego, pues a todos se nos ha dado esa brújula moral. Su ley es el conocimiento del pecado, y toda la humanidad posee un conocimiento inherente del bien y del mal. Él nos juzgará por nuestra culpa y conciencia. Pablo dice que todos necesitamos un Salvador.
LA IGNORANCIA NO ES EXCUSA
En el sistema judicial actual, cuando alguien es acusado de infringir la ley, el acusado puede alegar que no sabía que estaba haciendo mal al infringirla. El juez le recordará que la ignorancia de la ley no es excusa. Debería haberlo sabido. Ha pecado sin la ley. Si hubiera sabido de la ley, habría pecado bajo ella. De cualquier manera, el juez emitirá el mismo veredicto, así como nuestro magistrado supremo nos juzgará en nuestro último día en Su tribunal.
OBEDIENCIA A DIOS
En un sistema basado en el desempeño, descansemos en Él. En Él encontramos nuestra plenitud. “No juzguen para que nadie los juzgue a ustedes.” (Mateo 7:1, NVI). Cuando juzgamos a otros, nos condenamos a nosotros mismos; quebrantamos las mismas leyes de Dios. La falsa narrativa de… “No soy responsable, soy mejor que ellos” es usada por demasiadas personas que necesitan nuestro testimonio e intervención. Hay muchos que podrían beneficiarse de la luz de Romanos 2:12. Comencemos por ahí. Dios nos ha dado una capacidad, una conciencia, desde lo alto. ¿Estamos viviendo a la altura de nuestros propios estándares o de los de Dios? Usemos Su luz y compartámosla como es debido.
Hazlo Algo Personal:
En mi vida, he estado en ambos lados de Romanos 2:12. Como hermano mayor, ¿cuántas veces escuché: “Deberías haberlo sabido. Eres el mayor… eso te hace responsable”. Me tomó mucha negación aceptarlo. Sigo siendo ese hermano mayor y aún conservo ese sentido de responsabilidad. Como empleado en la gerencia, pasé muchos años juzgando a quienes se desviaban de las normas laborales. No fue fácil. No era un Salomón en sabiduría, pero usé la palabra del SEÑOR como guía. A veces, el agraviado, o el culpable, veía la luz. A veces, yo la veía. Dios nos juzgará a cada uno según la luz que nos fue dada. La ley es el conocimiento del pecado. La gracia de Dios nos espera. ¿Cómo te relacionas con las leyes y las normas? ¿De qué manera te ayudan las leyes de Dios?
Ore: Padre Todopoderoso… dador de luz… te damos gracias y te alabamos por Tu perdón y sanación. Entendemos que no basta con saber lo que es correcto, sino también perseverar para lograrlo. Por favor, habla a nuestros corazones, como solo Tú puedes, para que con Tus palabras podamos ver la verdad del juicio a través de tu ley, en lugar de perecer sin ella. Alabamos, con una realidad que nos hace reflexionar, la estructura del juicio que encontramos en Tu Hijo, nuestro Señor y Salvador sacrificado, Jesucristo. Amén.
Versículo de Memorizar de la Semana: “Porque Dios no considera justos a los que simplemente oyen la ley sino a los que la obedecen.” Romanos 2:13, RVC