Lunes - CAMINANDO CON DIOS


CAMINANDO CON DIOS

Sarah Sloan

Escritura de Hoy: “Estas palabras que hoy te mando cumplir estarán en tu corazón, y se las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, y cuando vayas por el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes.” Deuteronomio 6:6-7, RVC

Tema: Enséñeles la Palabra de Dios a sus hijos, durante todo el día, todos los días.

ESTOS MOMENTOS IMPORTAN

Era media noche, pero no estaba completamente oscuro. La luna estaba llena e iluminaba nuestro camino con un brillo "de otro mundo". El camino que recorrimos habría sido aterrador si mi padre no hubiera estado a mi lado. Mientras caminábamos por el sendero bordeado de árboles, en la quietud del bosque profundo, escuche su voz. Empezó a hablar con Dios sobre los contornos de los árboles, la belleza de la luna, la maravilla de la noche. Le dio gracias a Dios por Su amor, Su belleza y Su creación. Luego se río de algún acontecimiento del día y lo revivió, como si estuviera contándoselo a su mejor Amigo. A medida que nos acercábamos a nuestra tienda de campaña, su voz se calmó, nos metimos en nuestros sacos de dormir y nos fuimos a dormir.

Para mi papá, esta conversación fue como cualquier otra que haya tenido con Dios a lo largo de los años; solo una de las muchas veces que invitaba a Dios a su día y caminaba junto a Él a lo largo de su vida. Para mí, mientras que no fue una experiencia nueva, me cambió la vida porque grabó en mi mente y corazón la cercanía, la belleza, la naturaleza personal y el carácter de Dios. Momentos como estos siempre recordaré cuando pienso en mi papa y lo que me enseñó acerca de tener una relación con el Rey del Universo. Fue en esos momentos que aprendí que, la belleza y el poder de Dios eran vastos, Él también estaba lo suficientemente cerca para cuidar al gorrión, contar los cabellos de mi cabeza y nombrar cada estrella individual.

HABLAR DE ÉL

Ahora ya no soy una niña, sino una madre y tengo el gran privilegio y la responsabilidad de elegir intencionalmente dejar que los pensamientos de Dios “estén en [mi] corazón”. Del ejemplo que tuve ante mí, he aprendido que podemos dejar un legado cuando nos tomamos el tiempo para presentar los momentos grandes y pequeños ante Dios. Debemos aprender a no ocultar nuestra fe dentro de nosotros mismos, sino a hablar de las verdades del carácter de Dios cuando caminamos por el camino, cuando nos sentamos y cuando nos levantamos. Se me ha dado el gran regalo de ver la realidad de Dios a través de las vidas de mis padres, y me he dado cuenta de que este es el regalo más grande que podemos darles a nuestros hijos y nuestras familias.

Hágalo Algo Personal: Escudriñé su corazón. ¿Tiene usted una relación real, personal y transformadora con Dios? Si no, deténgase y dígale a Dios que anhela eso y pídale que se revele a usted. Si tiene esa relación profunda y duradera, ¿deje que otros “escuchen” su amistad con Dios para que ellos también puedan ver cuán real es Dios y cómo está obrando en su vida? Si no, ore y pídale a Dios valentía para vivir su fe en voz alta.

Ore: Dios, quiero verte correctamente como el Dios todo amoroso, todopoderoso y todo bueno. Quiero que llenes todos los espacios vacíos de mi corazón y satisfagas mi alma como sólo Tú puedes. Aunque te conozco, muchas veces sigo mi propio camino. Ayúdame a caminar Contigo a lo largo de cada momento de mi día. Ayúdame a recurrir a Ti primero y con frecuencia. Ayúdame a hablar de Ti y Contigo delante y con los demás. Quiero que otros Te conozcan y amen de la misma manera que yo. Ayúdame a no avergonzarme de compartirte con mis seres más cercanos. Gracias por amarme siempre y por querer ser mi mejor Amigo. En el nombre de Jesús. Amén.

Leer: Mateo 6:5-13, 6:25-33

Versículo de Memorizar: “Háganlo todo con amor.” 1 Corintios 16:14 (RVC)