VICTORIA EN EL SEÑOR JESUS
Erin Kranz
Escritura de Hoy: “Estos confían en sus carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios. Ellos se doblegan y caen, pero nosotros nos levantamos y nos mantenemos firmes.” Salmo 20:7-8, NVI
Tema: Podemos tener confianza porque Cristo Jesús trae la victoria.
CAMPO DE BATALLA
En los Estados Unidos del siglo XXI, generalmente leemos este pasaje como una analogía que se adapta a nuestras vidas modernas. Si bien afortunadamente podemos hacer esta conexión ya que las Escrituras son “vivas y activas” (Hebreos 4:12), también es importante recordar que David quiso decir esto literalmente cuando fue escrita. David vio muchas batallas en su época y aprendió la verdad de que, en última instancia, la victoria está en manos del Señor Dios. Vemos esto a lo largo de todo el Antiguo Testamento: Goliat confió en su altura y fuerza superiores, y David lo derrotó a través de su fe en Dios con una pequeña piedra (I Samuel 17); Israel luchó contra Amalec en el desierto, y la victoria fue sellada por el simple acto de obediencia de Moisés de mantener las manos en alto durante toda la batalla (Éxodo 17:8-16); El rey de Siria envió todo un ejército de caballos y carros para destruir al profeta Eliseo, y el ejército invisible de Dios los rodeó y los hirió con ceguera (II Reyes 6:8-23).
REALIDAD Y CONFIANZA
En cada una de estas situaciones, las personas pusieron su confianza en algo más que Dios. Pensaban que eran más fuertes o que sabían más. ¡Pero la realidad fue, y es, que Dios es más grande! Podemos pensar que tenemos las respuestas o que nuestras capacidades son suficientes, pero la verdad es que nada de lo que tenemos es posible sin Dios y nuestras circunstancias pueden cambiar en cualquier momento. Tener una fe segura no es ciego ni tonto: estamos abrazando la realidad y confiando en el único, verdadero y todopoderoso Dios.
Hágalo Algo Personal: ¿En qué áreas de tu vida sigues intentando lograr la victoria con tus propias fuerzas? Tómate un momento para reflexionar sobre tu mera humanidad y luego sobre el poder de Dios.
Ore: Amado Dios, Tú eres todopoderoso. Ayúdame a recordar Tu fuerza y a confiar en Ti todos los días. Gracias por amarme y por brindarme una manera de estar junto a Ti en Tu eterna victoria algún día. En el nombre de Jesús, Amén.
Leer: Proverbios 21:31, Éxodo 17:8-16, II Reyes 6:8-23, Mateo 7:24-27
Versículo de Memorizar de la Semana: “El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.” Juan 10:10-11, NVI