REGLAS DEL AMOR
Susan Murray
Escritura de Hoy: “El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la Ley.” Romanos 13:10, ESV
Tema: Sé un buen vecino. Seguir a Jesús significa tratar a tu prójimo con amor, incluso cuando no lo “merecen”.
REGLAS
Tenemos muchas leyes que gobiernan nuestras vidas. Cuando las obedecemos, la vida florece. Piénsalo... Si todos siguieran los Diez Mandamientos todo el tiempo, no habría asesinatos, ni aventuras amorosas, ni robos, ni mentiras, ni opresión ni injusticia en nuestra comunidad o familias. No necesitaríamos policías para hacer cumplir las leyes ni jueces para dictar sentencias porque no habría criminales ni cárceles. No tendríamos divorcios ni familias rotas. Si todos siguiéramos todas las reglas de Dios, podríamos prosperar en todas las formas posibles. Pero no lo hacemos porque no podemos hacerlo por nuestro propio poder.
VIOLAR LA LEY
Entonces, ¿por qué violar las reglas cuando seguirlas haría que la vida fuera mejor? Pecado, ¿verdad? El pecado tiene una causa oculta: la falta de amor a Dios y a los demás. El primero de los Diez Mandamientos en Éxodo 20 dice: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”, lo que significa que Dios debe ser la primera prioridad en nuestras vidas. Significa que debemos amar a Dios más que a cualquier otra cosa en este mundo. Los últimos seis de los Diez Mandamientos tratan sobre amar a los demás. Cuando le preguntaron cuál era el mandamiento más importante, Jesús respondió: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” —respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.” (Mateo 22:37-40 NVI). Violar cualquiera de las leyes de Dios comienza con violar el mandamiento de amar a Dios primero.
OCÉANO DE AMOR
El amor es lo que nos permite seguir las leyes de Dios. Entonces, ¿cómo podemos amar? La sociedad dice que debemos amarnos más a nosotros mismos antes de poder amar a los demás. Sabemos que debemos fijarnos en el ejemplo de Cristo: “Nosotros amamos porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19, NVI). ¿Cómo demostró que nos amaba primero? “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8, NVI). Él murió para que pudiéramos tener vida: vida eterna. Así que tu amor por Dios, por los demás e incluso por ti mismo no se origina en tu interior; proviene de ver Su amor por ti demostrado en la cruz. Jesús también dijo: “Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará; y yo también lo amaré y me manifestaré a él.” (Juan 14:21, NVI). Guardar las leyes no gana el amor de Dios, pero el amor sincero por Dios es la fuente de poder para guardar las leyes. Jesús dijo: “... separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5, NVI). Imagínate una cubeta con la etiqueta “Leyes” en el fondo de un océano llamado “Amor”. El amor CUMPLE la ley. (¡Ese es nuestro versículo de hoy! Léalo de nuevo.)
Hazlo Algo Personal: Haz una lista de tus pecados, de tus faltas de amor. Ahora escucha a los profetas: “Vengan, pongamos las cosas en claro”, dice el Señor. “Aunque sus pecados sean como escarlata, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean rojos como la púrpura, quedarán como la lana.” (Isaías 1:18, NVI). “Los purificaré de todas las iniquidades que cometieron contra mí; les perdonaré todos los pecados con que se rebelaron contra mí.” (Jeremías 33:8, NVI). Ahora escucha a Jesús: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso.” (Mateo 11:28, RV). “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34, NVI). Concéntrate en el amor de Jesús por ti, y solo entonces podrás seguir Su ejemplo y amar genuinamente a los demás desde el corazón, guardando las leyes de Dios.
Ore: Abba Padre, Tú eres amor, un amor que es más profundo que cualquier océano. Abre mis ojos para comprender aún más cuán profundo, largo, alto y ancho es tu amor por mí hasta que esté completamente satisfecho. Porque solo cuando sienta toda la fuerza de Tu amor podré seguir a Jesús amando a los demás guardando Tus leyes. Perdona mis esfuerzos imperfectos. Amén.
Lee: Romanos 13:8-14
Versículo de Memorizar de la Semana: “ El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien.” Romanos 12:9, NVI