NO SUSTITUYAS AL CREADOR POR LA CREACIÓN
Susan Murray
Escritura de Hoy: “Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles.” Romanos 1:22-23, NVI
Tema: Adorar a cualquier persona o cosa que no sea Dios es necio y amoral.
COSAS ANTIGUAS DE ESTA TIERRA
Las culturas a lo largo de la historia han creído en muchos dioses y han hecho ídolos de madera, metal o piedra, representando algo creado por Dios. A los supuestos dioses detrás de estos ídolos se les atribuían actos de la naturaleza y se les adoraba para que la gente prosperara y fuera feliz.
Los israelitas fueron salvados de la esclavitud en Egipto por diez poderosos actos de la naturaleza llamados plagas, realizados por Dios a través de Moisés (Éxodo 7-12). Cada acto fue una demostración de poder contra los falsos dioses egipcios, que culminó con el cruce del Mar Rojo por tierra firme. Sin embargo, cuando los israelitas se enfrentaron a dificultades, olvidaron al Dios que los salvó y fabricaron un ídolo de su propio oro, dándole la forma de un becerro y diciendo: “Estos son los dioses que los sacaron de Egipto” (Éxodo 32:4 RVC). Consideraron que lo que habían creado era su salvación, un intento de auto salvación.
COSAS MODERNAS DE ESTA TIERRA
Somos culpables de lo mismo. No nos arrodillamos ante un trozo de madera o piedra, entonces ¿cómo podemos decir que adoramos ídolos? «Cualquier cosa en el mundo que compita con éxito con nuestro amor a Dios es un ídolo» (John Piper). “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Mateo 6:21, NVI).
Recurrimos a los ídolos en busca de significado, para saber que somos importantes o sentirnos buenos: una sensación de una vida justa. Puede ser dinero, posesiones, poder, sexo, romance, apariencia, hijos bien educados, un buen cónyuge, inteligencia, generosidad, trabajo, talento, éxito, independencia, fervor religioso, excelencia, me gusta en redes sociales o cualquier actuación, persona o cosa de este mundo. “Si tengo (esta única cosa), entonces sé que soy bueno, digno y que importo”. Cuando tu ídolo te ayuda, te sientes bendecido, feliz y bien contigo mismo. Cuando tu ídolo falla, te sientes maldecido. Tu seguridad se siente amenazada, inestable, como arena que se desvanece bajo tus pies (Mateo 7:26-27). Puedes sentirte enojado, agitado, ansioso y molesto.
COSAS ETERNAS
Pablo nos dice que amar las cosas temporales creadas de este mundo más que a Dios es una necedad. ¿Por qué poner tu felicidad, seguridad e importancia en algo que puede fallarte? Cuando te sientes amenazado con una pérdida, duele; pero no puedes perder a Dios. ¿Por qué? Porque Jesús te amó. Al intercambiar Su gloria inmortal para convertirse en un hombre mortal y poder morir, te dio una eternidad inmortal en el amor del Padre. ¡Jesús es tu gloria! Te salvó como Dios salvó a los israelitas de Egipto, así que ¿por qué hacer tu propio becerro de oro y decir que te salva?
Hazlo Algo Personal: Mi falso ídolo suele ser la aprobación de los demás. ¿Sabes qué? No siempre recibo aprobación. La aprobación de Dios, que tengo solo por gracia a través de la muerte y resurrección de Jesús, supera la desaprobación de los demás, y eso es un hecho. Mi corazón necesita creer cada vez más en ese hecho, lo que resulta en una vida más segura y feliz.
¿Y tú? ¿Qué es lo que más amas? Revisa la lista anterior y completa este espacio en blanco: "Necesito tener _______ para tener una buena vida". Si no puedes identificarlo, observa esta semana para ver dónde te pones irritable, ansioso o impaciente y pídele a Dios que te muestre claramente cuál es tu ídolo. Jesús puede reordenar tus amores, centrando tu corazón en Él más que en nada en este mundo (San Agustín de Hipona, 426 d. C.).
Ore: Padre, ayúdame a ver los ídolos de mi corazón. Guíame al arrepentimiento y a una fe renovada en el Evangelio. Quiero que mi corazón esté completamente satisfecho Contigo porque me amas por encima de todo. Solo entonces amaré todo lo demás como es debido. Amén.
Lectura: 1 Samuel 12:20-22; Isaías 42:17; Jonás 2:7-9; 1 Juan 5:20-21
Versículo de Memorizar de la Semana: “Porque Dios no considera justos a los que simplemente oyen la ley sino a los que la obedecen.” Romanos 2:13, RVC