Jueves - LA PERSPECTIVA COMPLETA


LA PERSPECTIVA COMPLETA

Brenda Lineberger

Escritura de Hoy: “Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará.” 2 Corintios 9:6, NVI

Tema: La generosidad, ya sea con nuestro tiempo, talento o recursos, no se desperdicia.

PUNTOS Y PROMESAS

En la escritura anterior, vemos dos puntos y dos promesas; una nos invita a la reflexión y la otra nos desafía. Sin embargo, ambas son ciertas, y nunca debemos cuestionar ni dudar de la Palabra de Dios. Ser fieles al apartar el diezmo de nuestros ingresos es una manera tangible de caminar en obediencia. Cuando damos, algo cambia dentro de nosotros, y nos entusiasma el día de pago, no por lo que recibiremos, sino porque tenemos la oportunidad de dar.

Comenzamos a esperar con ilusión ver lo que Dios hará con nuestros diezmos. Lo que damos se expande y fortalece el alcance de la iglesia, alimentando a los hambrientos, poniendo Biblias en manos de nuevos creyentes y cubriendo necesidades que quizás nunca veamos. Al final, descubrimos que quien da es mucho más bendecido que quien recibe.

DISPONIBLE COMO JESÚS

Aunque Jesús tenía todo el poder de Dios, eligió la humildad; era accesible, compasivo y siempre dispuesto a sanar, enseñar y servir. En otras palabras, se hizo disponible. Y así podemos seguir su ejemplo, usando los recursos, dones, talentos y tiempo que tengamos para servir a los demás.

SAL DE TU ZONA DE CONFORT

Admito que esta parte fue difícil para mí. Me sentía cómoda con el diezmo, pero dar mi tiempo y arriesgarme era otra historia. Cuando llegué a la iglesia The Cove, era una nueva creyente, tímida, introvertida y me aterraban las multitudes. Aun así, Dios me guio hasta allí. La iglesia se sentía enorme y la gente parecía tan segura de sí misma.

Solía ​​llegar temprano y sentarme en mi auto, orando para tener el valor de abrir la puerta. Y Dios siempre me daba el valor. Poco a poco, me impulsó a servir, y cuando finalmente comencé a servir en el área de Próximos Pasos, se abrió ante mí un mundo nuevo de conexión y confianza en Él. Ya no tenía miedo de entrar como antes. Le agradezco cada día por eso.

Así que, sal de tu zona de confort. Confía en que Él se encargará de tus necesidades; le encanta cuando lo haces. Conviértete en una persona generosa y activa. Nunca te arrepentirás y serás bendecido más de lo que puedas imaginar.

JESÚS EN EL LAVADO DE AUTOS

Recientemente, mi cuenta bancaria sufrió algunos golpes inesperados. Tuve cuatro gastos grandes. Dos estaban planeados, pero los otros dos no. Me impactó, pero no me derrumbé. Jesús me dio un nuevo corazón, una razón para vivir y una paz que nunca había tenido. He aprendido a confiar en Aquel que siempre ha sido fiel.

Uno de esos gastos fue una visita al veterinario para mi perro pastor alemán que suelta mucho pelo, y otro, un lavado de coche que necesitaba urgentemente. Mientras conducía al lavadero, tenía una conversación profunda con Jesús. No dejaba de repetir: “Todo va a estar bien, Dios Señor. Confío en Ti”. Al llegar, empecé a sentirme un poco culpable, pensando que podría haberlo lavado yo misma y ahorrarme el dinero. Pero ya estaba allí, así que aparqué y le dije al empleado qué lavado quería. Él pulsó la pantalla y, antes de que pudiera pagar, se abrió la puerta y una voz dijo: “Por favor, pase”. Debí de poner cara de confusión porque sonrió y dijo: “Debe de ser miembro”. Le dije: “No, no lo soy”. Me dijo: “Bueno, hoy sí”. Al entrar en el túnel, me eché a reír. Supe en ese instante que era Jesús dándome un pequeño empujón, susurrándome: “Acabas de decir que confías en Mí. Te he oído”.

Dios nos dice que confiemos en Él con nuestras necesidades y que demos desde esa confianza. Y cuando lo hacemos, siempre encuentra la manera de recordarnos que Él nos cuida.

Hazlo Algo Personal: Cuando confiamos nuestros recursos a Dios, le abrimos la puerta para que nos muestre Su fidelidad de las maneras más personales. Para ti, ¿significa dar ese siguiente paso para servir, incluso cuando te sientes incómodo? ¿O tal vez significa mantenerte firme en tus ofrendas cuando las cosas se ponen difíciles, eligiendo creer que Él ve y se preocupa? Cada vez que das, sirves o actúas con fe, estás diciendo: “Señor, confío en ti”. Ese es el tipo de obediencia que genera gozo, valentía y una profunda paz.

Ore: Dios Señor, mi oración es que Tu Espíritu Santo recorra esta iglesia, encendiendo una llama en cada corazón. Abre nuestros ojos para ver y nuestros oídos para oír. Danos sed de Tu Palabra, llénanos de valentía, confianza y amor, y danos la audacia para servir. Úsanos, Señor, para que podamos glorificarte y un día oír: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel!”.

Lecturas: Malaquías 3:10, Proverbios 22:9

Versículo de Memorizar de la Semana: “Pero la piedad es una gran ganancia, cuando va acompañada de contentamiento.” 1 Timoteo 6:6, RVC