DIOS ESTÁ OBRANDO EN EL QUEBRANTAMIENTO
Kimberly Lawrence
Escritura de Hoy: “El que estaba sentado en el trono dijo: “¡Yo hago nuevas todas las cosas!”. Y añadió: “Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.’” Apocalipsis 21:5, NVI
Tema: Dios ya está obrando; está haciendo nuevas todas las cosas. Esto debería darte esperanza para el futuro, aunque aún todavía no se haya cumplido.
UNA OBRA PARA EL AHORA Y EL FUTURO
La vida tiene una forma de desgastarnos. Las luchas, ya sea por pérdidas, decepciones o tiempos de espera, pueden hacernos sentir como si estuviéramos atrapados en un ciclo interminable de dolor. En esos momentos, puede ser difícil imaginar que algo bueno pueda surgir de las cenizas. Apocalipsis 21:5 nos recuerda que Dios, sentado en el trono, siempre está obrando, declarando: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5, NVI).
Observa el presente tiempo verbal en este verso. "Yo hago". Esta no es solo una promesa de un futuro lejano en el cielo. Es el latido de la obra de Dios ahora... en medio de nuestras pruebas.
DESESPERACIÓN VERSUS ESPERANZA
He sido culpable de orar egoístamente por soluciones a mis problemas e incluso a mis pequeños inconvenientes. Quiero que pase lo que sea para poder pasar a la parte de la bendición. He orado para que Dios cambie mi situación, que cambie a otras personas, que cambie mis relaciones y que cambie los resultados. Mi enfoque introspectivo en esos momentos no me permitía ver la obra que Dios estaba haciendo mientras que yo vivía con lastima de mí misma. Estaba más enfocada en la desesperanza que en la esperanza.
Uno de los momentos más difíciles de mi vida fue cuando mi madre se estaba muriendo de cáncer. Quería sanidad. Quería un milagro. ¡Quería que Dios APARECIESE! No hubo sanidad milagrosa. Dios no "respondió" mi oración tan específica y egocéntrica.
Mientras estaba perdida en mis propios pensamientos En mi dolor, ¡Dios finalmente me dijo que mirara a mi alrededor! Lo que me mostró fueron bendiciones tan numerosas que no podría enumerarlas. Vi a familiares y amigos acercarse generosamente a su cama y contar historias que nunca había escuchado sobre cómo ella impactó sus vidas. Escuché cómo la gente oraba con ella y hablaba de su fe con valentía. Vi a personas que ella no conocía dejar comida en casa para toda nuestra familia. Sentí que mi corazón se llenaba de gratitud cuando amigos viajaron desde tres estados de distancia para celebrar su vida conmigo. He creado un vínculo impenetrable con mi padre y mi hermana de una manera que no podría haber predicho. A lo largo de mi dolor, Dios nunca dejó de obrar. Fui yo quien apartó la mirada de Él, momentáneamente.
Nuestras luchas no sorprenden a Dios, ni detienen Su mano. Al contrario, Él las usa para obrar en nosotros, sembrando semillas de crecimiento y renovación.
Hazlo Algo Personal: Ha obrado Dios durante el quebrantamiento en tu vida? En el dolor, ¿te ha brindado consuelo y compasión de otros? En la debilidad, ¿ha fortalecido tu fe y te ha ayudado a aprender a depender de Él? En la pérdida, ¿te ha ¿Ha despejado el espacio para Su nuevo propósito?
Quizás solo veamos fragmentos, pero Dios ve el panorama completo. La misma voz que un día enjugará cada lágrima ya susurra esperanza en nuestras tormentas actuales. Sus palabras son confiables y verdaderas. Debemos aferrarnos a ellas y a nuestra esperanza en Él cuando todo lo demás parezca incierto.
Ore: Señor Dios, gracias por siempre obrar a mi favor, incluso cuando no puedo verlo. En medio de mis luchas, ayúdame a recordar Tu promesa de renovar todas las cosas. Transforma mi dolor en propósito, mi debilidad en fortaleza y mis lágrimas en alegría. Confío en que Tus palabras son fieles y verdaderas. Amén.
Leer: Lamentaciones 3:22-23; Romanos 8:28; 1 Pedro 5:10; Santiago 1:2-4
Versículo de Memorizar de la Semana: “El que da testimonio de estas cosas dice: “Ciertamente, vengo pronto.” Amén. ¡Ven, Señor Jesús! Que la gracia del Señor Jesucristo sea con todos. Amén.” Apocalipsis 22:20-21, RVC