AMA AL SEÑOR TU DIOS
Richard Harris
Escritura de Hoy: “Cumple cuidadosamente los mandamientos del Señor tu Dios, y los mandatos y estatutos que te ha dado.” Deuteronomio 6:17, NVI
Tema: La atención diligente a Sus mandamientos es una señal de respeto y honra al SEÑOR Dios. Obedecer Su Palabra, a su vez, nos trae luz y vida.
CON TODO TU CORAZÓN
Cuando el viaje de cuarenta años de los Israelitas liberados hacia la Tierra Prometida se acercaba a su fin, el SEÑOR Dios le recordó a Moisés las bendiciones que les había otorgado por todo lo que habían hecho (Deuteronomio 2:7). Él había estado observando cada paso que dieron a través del gran desierto. No les faltó nada durante su viaje lleno de pruebas.
La palabra griega “deuteronomion” se traduce como “Segunda Ley”, una repetición de la Ley que Dios le entregó por primera vez a Moisés. Los Diez Mandamientos originales se encuentran en el Libro del Éxodo, y Moisés los recibió poco después de que los hijos de Israel salieran de Egipto. Desde el Génesis hasta el Libro de Deuteronomio, Dios reveló leyes, normas de culto, estándares éticos y principios a lo largo de toda la historia de la humanidad (Adán, Noé, Job, Eliú, etc.). La Ley Mosaica se convirtió en la posterior codificación y expansión de estas normas para la nación de Israel.
Cuando Moisés entregó esta “Segunda Ley”, lo hizo sabiendo que jamás pisaría la Tierra Prometida. Sin embargo, exhortó a la siguiente generación de nómadas a obedecer con todo su corazón los decretos y reglamentos que el Señor Dios había ordenado a sus generaciones anteriores.
CON TODA TU ALMA y CON TODAS TUS FUERZAS
Deuteronomio 6:17 nos recuerda que seguir a nuestro Dios va más allá de la mera creencia intelectual; la verdadera fe se refleja también en nuestras acciones. ¿Somos verdaderamente obedientes a Su Palabra? ¿Tomamos en serio Sus mandamientos? Una vida que honra a Dios implica honrarlo con pensamientos y acciones.
Vivimos en una época y un lugar de libertad y autonomía. Decimos confiar en Sus caminos. Afirmamos haber alcanzado la plenitud. Moisés creía estar aplicando estas formas de obediencia, pero, aun así, falló en muchos aspectos. ¿En qué fallamos nosotros? No es una carga obedecer las palabras de nuestro SEÑOR Dios, sin embargo, a veces olvidamos nuestro camino cuando el mundo nos abruma. Al escribir esta reflexión, comencé a permitir que las preocupaciones mundanas interfirieran en mi tarea. Moisés cayó en la misma trampa. Como Moisés, yo también fallé, pensando erróneamente que la obediencia a Dios no es una parte necesaria de la vida. La obediencia es —y debería ser— nuestra respuesta constante y gozosa porque confiamos en los planes y la bondad de Dios.
Prioricemos la obediencia a los mandamientos de Dios en todo lo que hagamos, en cada decisión que tomemos, e incorporemos esa obediencia a nuestra vida y camino de fe. Jamás vacilemos… experimentemos las bendiciones de una vida de obediencia a nuestro SEÑOR Dios. Él es un Dios fiel para aquellos que caminan fielmente con Su voluntad.
Que el versículo de hoy te conecte con nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a través de Juan 14:15 (NVI), donde Él dijo: ”Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.” El amor de Jesús se manifiesta en Su firme obediencia a Su Padre, dejando que Sus acciones muestren lo que es la verdadera fe. No es una carga, sino una manera de vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
Moisés nos dio un ejemplo a seguir cuando Dios lo eligió para guiar a su pueblo desde Egipto hasta la Tierra Prometida. Aunque Moisés frecuentemente obró bien al seguir al Señor Dios, también le falló, al igual que muchos de nosotros, con nuestros momentos de desobediencia, impaciencia, ira y fracasos. Con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas, debemos seguir a Jesús con diligencia. Al permanecer cerca de Él, comenzaremos a guardar los mandamientos de nuestro Señor cada día más.
Hazlo Algo Personal: El pasaje bíblico de hoy no es nuevo para nosotros. Muchos guardamos recuerdos de la infancia de personas amorosas que nos guiaron con su buen ejemplo. Ellos, al igual que Moisés, se adhirieron a los mandamientos de Dios, y nosotros los seguimos, y luego seguimos a Dios, lo cual nos llevó a desear Sus caminos. Dios le dio estas leyes a Moisés, y su propósito era ayudarnos a todos a acercarnos a Él, a vivir bien y a ser apartados para Dios. Con todas tus fuerzas, demuestra tu amor a Dios mostrándole tu obediencia voluntaria.
Ore: Padre Celestial, te agradecemos por Tus palabras guía y la oportunidad de dar ejemplo al adherirnos a Tus mandamientos y leyes para que una nueva generación aprenda a seguirte y a confiar en Ti. Gracias por Tu amorosa interacción con todas las generaciones de Tus hijos. Te amamos, Señor Dios, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas. Ayúdanos a seguir Tus leyes porque sabemos que las estableciste para nuestro beneficio y el de nuestros seres queridos. Te amamos, Señor Dios, con toda nuestra alma cristiana por el sacrificio supremo de Tu Hijo, nuestro Salvador, Jesucristo. Amén.
Lecturas: Juan 14:6, Números 20:2-13, Deuteronomio 5:1-5, Deuteronomio 6:1-7
Versículo de Memorizar de la Semana: “Tú dices: “Yo soy rico; he llegado a tener muchas riquezas. No carezco de nada.” Pero no sabes que eres un desventurado, un miserable, y que estás pobre, ciego y desnudo.” Apocalipsis 3:17, RVC