¿QUÉ HAY EN TU BILLETERA?
Greg and Nanette Robinson
Escritura de Hoy: " El que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, comete pecado." Santiago 4:17, RVC
Tema: Mantenerse firme contra el pecado comienza con ser honesto y auténtico en mi propia vida y con mis decisiones.
LA VIDA ES CORTA
Cuando le preguntaron a Billy Graham cuál había sido su mayor sorpresa en la vida, respondió con ingenio, con ese maravilloso acento sureño: “La brevedad de la vida”. Santiago, el hermano de Jesús, describe nuestras vidas como una niebla que aparece por un tiempo y luego se desvanece. Mientras yo (Greg) considero la brevedad de la vida y dónde estoy invirtiendo mi tiempo, el versículo de hoy me hace reflexionar mucho. Me inspira a tener una reflexión honesta y auténtica sobre dónde estoy eligiendo invertir mi tiempo. ¿En qué he dejado que mis preocupaciones por la jubilación, el entretenimiento, los viajes, los pasatiempos y otras cosas tengan precedencia sobre las oportunidades que Jesús ha puesto ante mí? Como parte fundamental de nuestro matrimonio, Nanette y yo siempre hemos estado de acuerdo en que queremos servir al Señor Dios juntos. Frecuentemente oramos para que Dios nos revele oportunidades y que tengamos el valor, el discernimiento, la salud, la disciplina y los recursos para responder a su llamado. Juntos, como esposo y esposa, debemos permanecer firmes contra la tentación de permitir que los placeres mundanos interfieran con el llamado de Dios a servir.
BENDICIONES EXTERNAS
Cada oportunidad perdida de servir al Señor Dios es una bendición perdida. Jesús nos da una poderosa ilustración de esto en la parábola conocida como “Las ovejas y las cabras” (Mateo 25:31-46). En esta parábola, Jesús les da a Sus seguidores, las ovejas, Sus bendiciones y herencia eternas. Sorprendidos, Sus seguidores le preguntaron por qué habían encontrado favor. Jesús respondió: “Pues tuve hambre, y me alimentaron. Tuve sed, y me dieron de beber. Fui extranjero, y me invitaron a su hogar. Estuve desnudo, y me dieron ropa. Estuve enfermo, y me cuidaron. Estuve en prisión, y me visitaron”. “Entonces esas personas justas responderán: “Señor, ¿en qué momento te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos algo de beber” (Mateo 25:35-37, NTV). Esta parábola es una especie de llamada de atención porque, si soy honesto y auténtico conmigo mismo, ha habido oportunidades de atender las necesidades de los demás en las que no he perdido la oportunidad.
PECADOS DE OMISIÓN
Lamentablemente, las cabras de esta parábola, aquellas que no hicieron las cosas que sabían que eran correctas y se esperaba que hicieran, fueron culpables del pecado de omisión, que es saber lo que se debe hacer y no hacerlo. Puede que estas personas que se perdieron las bendiciones de Dios y fueron castigadas no hayan sido malas personas, pero se perdieron el llamado de Dios en sus vidas y la riqueza de Sus bendiciones. No hay mayor bendición que saber que has servido al Señor Dios. De la misma manera, no hay mayor decepción que saber que no hiciste lo que Él te llamó a hacer.
Hazlo Algo Personal: Como dije, servir al Señor Dios juntos ha sido fundamental para nuestro matrimonio. Hace años, Nanette y yo comenzamos un ministerio no oficial al que nos referimos como “Ministerio de la billetera”. La idea es que cuando sea el momento de comprar una billetera o cartera nueva, la vieja se llene con dinero, tarjetas de regalo, nuestros testimonios y se la regalemos a alguien que Dios ponga en nuestro camino. Una noche, tarde, en un viaje misionero en Uptown Charlotte, Nanette y sus amigas vieron a una mujer a través de una ventana de vidrio, trapeando pisos. La puerta estaba cerrada y no había nadie más alrededor. Las mujeres tocaron a la puerta y la mujer la abrió. Le dieron una cartera llena de todo tipo de cosas y luego oraron con ella. Estaba observando desde lejos y hasta el día de hoy me conmueve recordar las lágrimas, los abrazos y el abrazo de personas totalmente desconocidas que Jesús reunió a través de una cartera un poco usada. No hay programa de Netflix, evento deportivo o vacaciones que sea más gratificante o memorable que los momentos en que respondemos al llamado de Dios para servir las necesidades espirituales, físicas y emocionales de los demás. El tiempo es corto, así que oremos por oportunidades para servir; tengamos nuestras antenas en alto para aquellos que lo necesitan; y tengamos el valor y la disciplina para ser una bendición para aquellos a quienes Dios nos llama a servir.
Ore: Dios, necesito Tu presencia en mi vida cada minuto del día. Protégeme del pecado y la maldad de este mundo con una cobertura de protección. Convénceme de mi injusticia y ayúdame a que me importen las necesidades de los demás no solo las mías. Quiero caminar con confianza y fe. Señor Dios, muéstrame el camino todos los días. Quiero amarte con mi corazón, alma y fuerza. Padre, permite que mi vida te traiga alegría... ¡Amén!
Leer: Mateo 25:31-46; Santiago 4:13-14
Versículo de Memorizar de la Semana: “No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.” Juan 17:15, NVI