Guía del Discusíon
La semana pasada, nos centramos en darlo todo individualmente y permitir que el Espíritu Santo nos guíe a cuidar de los demás. Esta semana, analizaremos la forma en que el Espíritu Santo nos envía y cómo crecer en nuestra capacidad de compartir el evangelio. Dios no nos deja solos, darlo todo significa seguir sus indicaciones incluso cuando no entendemos todos los detalles. No tiene por qué ser complicado.
Lo que necesitará: Una Biblia o su aplicación de la Biblia, un cuaderno, un bolígrafo y un marcador. Los siguientes versículos resaltados para usted están enlazados para acceder a ellos fácilmente durante su estudio.
Inicio
1. ¿Qué habilidades les gustaría aprender pero que no dominan bien en este momento?
2. Lea Hechos 8:25-26. ¿Qué estaba haciendo Felipe en el versículo 25? ¿Parece lógico enviar a Felipe de las aldeas al desierto cuando leemos lo que había estado haciendo?
3. Siga la guía. Lea Hechos 8:27-30. ¿Qué indicaciones del Espíritu Santo siguió Felipe en este pasaje? Considere y comparta ejemplos personales de indicaciones del Espíritu Santo. ¿Cómo sería seguir esas indicaciones? ¿O por qué los habríamos evitado?
4. No se trata de nosotros. Lea Mateo 10:17-19. Considere el trato que Jesús dio a los discípulos en los versículos 17 y 18. ¿Por qué les recuerda Jesús que no se preocupen, aunque parezca natural que lo estén? ¿Se aplica este mensaje dado a los discípulos en el versículo 19 a nosotros en situaciones difíciles similares? ¿Por qué o por qué no? ¿Te preocupa lo que la gente piense de ti en conversaciones espirituales?
Paso de Acción: Sabemos que aprender una nueva habilidad es difícil, especialmente si nunca la practicamos. “Se vuelve más fácil cuando lo haces.” Esta semana, propóngase seguir cualquier guía que reciba del Espíritu Santo, incluso si no tiene sentido. Recuerde no estar ansioso por hablar de su fe o compartir el evangelio cuando preste servicio. Dios le dará las palabras cuando siga Su dirección.